Tesla Model 3 un auto para la anécdota

Siempre que se diseña y/o construye algo se desea, entre otras cosas, que esto sea útil para aquellas personas que lo han de adquirir. Incluso, muchos van más allá y sueñan con quedar en la historia por grandes méritos. No menos cierto es que en ese afán también está el idealismo de generar placer y ese toque diferente a quien posee algo que lo identifica y, al mismo tiempo, lo separa del resto. Un ejemplo acabado de lo antes dicho es el Tesla Model 3, un auto eléctrico llamado a hacer historia.
hace 3 años
Tesla Model 3 un auto para la anécdota

El Tesla Model 3 es, al momento de hacer este artículo, el auto eléctrico más vendido de la historia. Elon Musk, CEO de Tesla Motors y creador de muchas compañías que están redefiniendo el futuro, afirmó “quiero hacer cosas que me apasionen, pero también que sean útiles para otras personas”, quizás una de ellas sea poder seguir escribiendo anécdotas.

Quien nada debe nada teme

Instagram es una de esas redes sociales actuales en la que gran parte de lo que allí se publica, real o inventado, encuentra su caja de resonancia que magnifica lo contado. Quien comprobó esta cualidad antes mencionada fue Juan Esteban Aristizábal Vásquez popularmente conocido como Juanes que publicó una historia con el #noesloqueparece y, como no podía ser de otra manera, tiene que ver con su Tesla Model 3, ese vehículo nacido bajo la estrella de las anécdotas.

El cantante colombiano narra cómo fue que se subió a un auto idéntico al suyo que estaba estacionado en el restaurante donde había ido a comer con su familia y con el que a la postre se terminó yendo a su domicilio. La historia del compositor de “la camisa negra” prosigue con la llegada de varios patrulleros con policías fuertemente armados, pero sumamente comprensivos, cosa que solo sucede en Miami, quienes buscaban el auto robado que allí se encontraba.

En una conversación cargada de sorpresa entre el músico y el policía cubano que dirigía la operación pudieron arribar a la sana conclusión de que todo había sido un mal entendido, pero que nada tenía que ver con un robo.

Los uniformados bien predispuestos llevaron el auto y a Juanes en un patrullero, pero no como detenido sino cual pasajero de Uber para que recuperara su vehículo. En Instagram los comentarios se multiplicaron con gente que agradeció una buena historia en un mal momento como el que a todos nos toca vivir y el usuario que dejó el comentario más ocurrente dice: “No dejes las llaves del tesla en el carro porque Juanes se lo roba y luego te tocará conocerlo en persona”.

La explicación de lo sucedido, que ni Juanes la encuentra en su historia de Instagram, fue dada por periodistas en las redes que explican son varias las maneras de subir a un Model 3 sin malas intenciones, por caso, teniendo las llaves consigo o incluso a través de un teléfono celular que disponga de la aplicación de Tesla.

Un Tesla Model 3 a patadas, porque al igual que las hormigas…

Si bien lo que le sucedió a Juanes puede deberse a la tecnología y la posibilidad de hacer de esta algo perfectible, lo cierto es que esta también permite que los vehículos tengan ciertas virtudes nunca antes vistas.

El Tesla Model 3 cuenta con el modo Centinela que valiéndose de las cámaras que posee el vehículo para la conducción autónoma le permite detectar lo que pasa a su alrededor dando señales de alarma en caso que, por ejemplo, esté por ser robado y/o vandalizado e incluso avisar al propietario de que algo no anda bien.

Esto fue lo que sucedió en el hotel Park MGM de Las Vegas cuando dos jóvenes quisieron desconectar un Model 3 que se estaba cargando y al no poder lograr su cometido decidieron agarrarlo a patadas. El vehículo envío una alerta al propietario quien hizo lo propio con personal del hotel para que verificaran lo que estaba sucediendo.

Todo quedó grabado y ese video se viralizó para que, quienes piensen pasarse de vivos con autos ajenos, lo piensen 2 veces.

¿Pueden los hackers ser buenas personas?

A menudo cuando se menciona hackers o piratas informáticos se asocia de forma automática a delito. Sin embargo, esto no es tan así como gustan de mostrar en las películas; incluso para evitar los hackeos se suele recurrir a hackers “blancos” que puedan probar la seguridad y las fallas potenciales de las cosas.

Pwn2Own es la convención anual de hackers en la que se compite para encontrar vulnerabilidades en los sistemas a cambio de jugosas recompensas que son costeadas por importantes empresas que patrocinan los eventos. En el año 2019 quien lograra hackear un Model 3 se llevaría un vehículo y una suma de dinero como premio.

Todo iba bien para Tesla Motors hasta el último día en que Amat Cama y Richard Zhu, una pareja de informáticos, logró su cometido de tomar posesión del coche. Aquí vale más que nunca la frase de Elon Musk: “Si algo es lo suficientemente importante, incluso si las probabilidades están en tu contra, debes seguir intentándolo”.

Si llueve mucho no salga

Todos conocemos a, por lo menos, una persona que entiende que su auto es poco menos que su vehículo y lo trata casi como si este le debiera un favor o tuviese que rendir examen cada vez. Con este criterio manejan sus autos, cualquiera sea este, bajo el sol o lluvia; en autopista o la peor calle de tierra; fuman, comen y beben dentro de él; llevan mascotas, herramientas y todo aquello que prometa ensuciar (cuando no romper) mucho más que el tapizado; el uso es de todos los días sin descanso y lo lavan, si es que no lo ha hecho la madre naturaleza, solo cuando ya no entra una mugre más ni dentro ni fuera del vehículo.

Como antagonistas del primero están aquellos que de forma literal aman a su auto y solo lo sacan en días cien por ciento indicados climatológicamente, con la cantidad de pasajeros adecuados por sus estándares y van atentos a cualquier posible ruido e incluso cercanía de los demás vehículos de la ciudad, entre otras mañas.

El Tesla Model 3 se ganó (por ser buenos) el tipo de vehículos que los propietarios no sacan los días de mucha lluvia, no por amor al vehículo sino por la sencilla razón de que así evitan que se les caiga el paragolpes trasero.

Pese al estricto control con el que salen de fábrica las unidades nunca son probadas bajo intensa lluvia, esto le hubiera servido a la compañía el hecho de ahorrarse las quejas públicas de los propietarios que descubrieron de mala manera un error de diseño que lleva a que el agua acumulada en la cara interna del paragolpes termine por hacerlo ceder.

Este error fue subsanado a mediados del año 2019, para que cada poseedor de un Model 3 sea libre de usarlo cuándo y dónde quiera.

A veces ni el más poderoso equipo de marketing y publicidad es capaz de lograr las historias y anécdotas que logra el Tesla Model 3, lo malo es que estas a veces eligen su propia aventura.