Seguro de camioneta a casa rodante
Una vez más hay que reconocer que la pandemia ha sido el motor para que la gente se permita cumplir sus sueños y, sin dudas, uno de los más repetidos es el hecho de dejarlo todo, o casi, para viajar. En bicicleta, en moto, en auto y en casas rodantes son algunas de las alternativas más comunes que eligen, hombres y mujeres, solos y en familia, para probar suerte de Ushuaia hasta Alaska.
La posibilidad cierta que han encontrado muchos viajeros de recaudar fondos en las redes sociales o incluso trabajar de manera home office no hace más que reforzar aquella idea de que los viajes son posibles y que no se es necesario ser millonario para darse con el gusto. Solo se trata de ordenar algunas cosas y salir, o por lo menos así parece.
“Soltar todo y largarse qué maravilla” asegura, no sin mucha ironía, Silvio Rodríguez y puede ser un llamado de atención a todos aquellos viajeros que se deciden, porque cada quien arma su historia, pero nadie la hizo sin análisis previos.
Parámetros aceptables
La aventura de viajar arranca con la firme decisión de querer hacerlo y luego prosigue con el famoso: manos a la obra, es decir que la palabra clave es firme. En este paso la cantidad de viajeros se reduce drásticamente por diferentes motivos clasificados de manera habitual en falta de dinero, temor a lo desconocido o incluso no tantas ganas de viajar.
De acuerdo al consejo brindado por personas que han hecho del viajar una forma de vida, lo primero que hay que tener en cuenta es que de verdad se desea emprender esta aventura y vivirla como tal.
¿Vivirla es sinónimo de asumir la mayor cantidad de riesgos? Para nada, se trata de haber sopesado aquellos aspectos positivos y los potencialmente negativos de viajar y que la ecuación siga dando los resultados que para el viajero estén dentro de los parámetros aceptables.
La respuesta que cada uno logra es única y personal por más que se haya tomado el trabajo de ver y leer cuantas opiniones hay disponibles en internet. Estas siempre resultan útiles de conocer, pero como una huella en un terreno.
Lo ideal es entender por qué se viaja, cuánto tiempo se ha de viajar, qué ruta se desea transitar, con quién se quiere compartir esta experiencia y en qué se ha de viajar. Estas son algunas de las cuestiones a resolver para, por caso, salir en motocicleta o transformar su camioneta en una casa rodante.
Una ventanita que abre así
En internet hay muchas experiencias bien contadas de viajeros que transformaron sus vehículos y los diferentes trámites que debieron cumplimentar para lograr estar en condiciones de circular por el país y el extranjero.
En la página de argentina.gob.ar se encuentra el apartado Inscribir las modificaciones hechas en la carrocería de un vehículo en la que se explica que si el dueño o el apoderado del vehículo realizó cambios en la carrocería del mismo, por caso convertir la pick-up en una rural o agregar ventanas a su furgoneta manteniendo los códigos de identificación, “tiene que inscribir esas modificaciones en el Registro donde está radicado el vehículo”.
Para realizar este trámite necesitará “Solicitud Tipo 04; Título y cédula del vehículo; Formulario 12: Verificación vehicular; Fotografía del automotor con la carrocería modificada, visada por la autoridad que realiza la verificación física y Factura de las partes agregadas a la carrocería”.