Seguro de autos: del Prefecto de París a hoy

Cuando niños todos hemos disfrutado de aquellas historias bien contadas. Ya sean de heroínas enamoradas y bondadosas, superhéroes mega poderosos enfrentando archirrivales casi invencibles, historias fantásticas de aquí y allá o incluso relatos mucho más sencillos y mundanos, siempre y cuando estuviesen bien contados. La escucha, generalmente activa en los niños, lleva a que esas narraciones sufran modificaciones por descuido o incluso, muchas veces, de manera premeditada por aquellas personas encargadas de narrar.
hace 3 años
Seguro de autos: del Prefecto de París a hoy

Más grandes, y con la posibilidad de leer, más de un niño ha tenido entre sus manos aquellas revistas y libros llamados “Escoge tu propia aventura” que permite a los lectores probar su sagacidad y fortuna al tomar por uno u otro camino, siendo protagonistas de una lectura que no tiene por qué ser lineal, y mucho menos aburrida.

Estos libros que han cautivado a generaciones enteras de lectores, al igual que aquellas historias cambiadas por alegre error, han permitido que un relato respete el clásico “Había una vez un/a” para que de ahí los caminos se bifurquen y se multipliquen, como la vida misma, permitiendo a cada uno ser el que escoja qué relato le gusta más, CompreSeguros.com le presenta un divertido relato.

Como el cuento de la cigüeña, iniciemos en París

El devenir de la historia trae consigo soluciones a la vida de las personas, haciendo, o por lo menos tendiendo a hacer, que esa vida sea algo más sencilla y confortable; tanto como sea posible. La tecnología de cada momento da cuenta de ello, pero también de nuevos problemas ocasionados por ese avance que implica que se piensen nuevas soluciones y así sucesivamente para que el entretenimiento no se acabe nunca.

Deliberadamente nos situamos en el año 1821 en París, Francia, donde el Prefecto ha tenido la visión de crear un fondo común para los posibles daños que se pudieran producir a terceros por parte de las personas que se conducen en coches tirados por caballos.

Con este seguro los cocheros lograban obtener una respuesta para sus obligaciones de responsabilidad civil generadas por el uso de este tipo de coches, pero generaba una nueva controversia.

Ante la realidad de que cada vez había mayor número de vehículos tirados por caballos mayor sería el número de accidentes, situación que se vería incrementada por la irresponsabilidad que traería consigo el hecho de contar con un seguro. Vale decir que la opinión de quienes se oponían al seguro para conducir vehículos tirados por caballos radicaba en que estos incrementarían la negligencia que demostrarían los conductores.

La justicia francesa tuvo que terciar en esta disputa pro y contra seguros diciendo que las pólizas cubrían solo la responsabilidad civil de los cocheros, pero no hacía lo propio con las responsabilidades penales. Traducido a estos tiempos, en una de sus múltiples acepciones se estaba diciendo que “no se daba carta blanca para manejar como loco”.

A partir de esta primera postura se imponía la visión a favor del seguro puesto que esta permitía afirmar que este contrato no incita, de ninguna manera, a que el asegurado cometa un delito.

Este seguro para conducir vehículos tirados por caballos significó los cimientos para un futuro seguro de automóviles.

3 historias para probar su sagacidad

Cómo aquellas aventuras de “Elige tu propia aventura” la historia del primer seguro de automóvil también tiene diferentes actores, fechas y locaciones, brindando la posibilidad que cada lector escoja cuál es la que más le gusta y por la que desea invertir un poco de sus esperanzas.

Si cree en aquella versión que dice que el primer seguro de autos tuvo lugar en Inglaterra en el año 1895 no tiene más que prepararse alguna bebida que lo acompañe a pasar un agradable momento navegando e investigando en las tranquilas aguas de internet. Tome como dato que la aseguradora es desconocida y esta opción es, para muchos, solo un mito que busca poner el origen del seguro en Europa. Desde ya ¡Buena suerte!

Si cree que el primer seguro de autos lo contrató Gilbert J. Loomis en el año 1897 para asegurar el vehículo que él mismo había fabricado debe ir hasta Westfield, Massachusetts. Nuevamente ¡Buena Suerte!

Si cree que el primer seguro de autos lo contrató un médico, Truman J. Martin, en el año 1898 tendrá que ir hasta Buffalo, Nueva York. Pero no antes de desearle ¡Buena Suerte!

Bienvenido a Westfield

El 20 de octubre de 1897, según lo avala la Agency Checklists, fue Gilbert J. Loomis, un mecánico que había construido su propio automóvil, quien contrató el primer seguro de autos con la Travellers Insurance firma fundada en el año 1864 que venía siendo la punta de lanza para acompañar a los valientes pioneros en la industria automotriz norteamericana.

Por ese entonces había que ser verdaderamente visionarios para entender que el automóvil representaba el futuro y mucho más que el seguro lo sería para un mundo que se movilizaba tirado por caballos.

En la actualidad según la Oficina de Censos de Estados Unidos y a más de un siglo de historia, se dice que la relación entre automóviles y camiones supera al número de caballos por más de 250 y 10 millones respectivamente.

Ha llegado a Buffalo

En la ciudad de Buffalo el doctor Truman J. Martin contrató el 1 de febrero de 1898 su seguro de autos por apenas doce dólares al mes en la aseguradora Travellers Insurance, el cual garantizaba al galeno una respuesta por hasta cinco mil dólares.

Martin tenía la intención, con el vehículo adquirido, de cubrir una porción mayor de pacientes gracias a esta compra que si bien era una inversión futurista no dejaba de ser vista como una excentricidad.

La necesidad de disponer de un seguro significaba para Martin la cobertura ante el potencial riesgo de sufrir un accidente con un coche tirado por caballos, personas a caballo o más común aún, peatones.

La evolución de la póliza

Desde aquel seguro de coches tirado por caballos que solo cubría responsabilidad civil hasta hoy han pasado siglos de evolución que, en cada país, tiene su propia historia y estadio.

El seguro de autos representa una obligación para todas aquellas personas que manejan, pero sobre todo una inversión que permite expresar aspectos claves como el sentimiento que se tiene respecto al vehículo, la interpretación que se tiene de la tranquilidad y, mejor aún, la libre decisión respecto a qué futuro se desea tener, tanto en lo personal como en lo familiar.

Claro está que el seguro no ha sido un factor que incite a la negligencia al volante sino todo lo contrario. El mercado asegurador hace ingentes intentos diarios para trabajar por una conducción cada día más responsable que no ponga toda la responsabilidad en la tecnología que forma parte del auto sino en el conductor que es, en definitiva, el encargado de tomar las decisiones.

Estas decisiones permiten elegir entre diferentes compañías de seguros y pólizas, pero siempre sabiendo qué es lo que se pone en juego con cada una de ellas y el hecho de pensar cuál es la que brinda la historia más completa, interesante y, sobre todo, más segura para que la narración comience con había una vez y el futuro sea el que usted quiere.