Rechazar las vacaciones ¿es saludable?
A solo días de comenzar el verano la sociedad se divide entre los que se encuentran planificando las salidas de descanso en familia o con amigos y aquellos que han decidido quedarse en casa continuando la rutina del trabajo y las responsabilidades cotidianas.
Algunos trabajadores han optado por rechazar las vacaciones planificadas de verano, dejando los días de descanso para otra época del año en la que quizás la situación particular de la pandemia por el Coronavirus COVID-19 se haya superado o la vacunación permita volver a la normalidad. Aunque muchos aseguran que siempre se tratará de una nueva normalidad.
Desde CompreSeguros.com hemos consultado con algunos profesionales expertos para hablar sobre lo saludable de no tomarse vacaciones, sobre todo considerando los niveles de estrés que se han vivido durante este año y a causa de la pandemia. La primera y más importante reflexión es que todos los excesos son malos y por ello quisimos compartir este contenido con nuestros clientes.
Al igual que las obligaciones patronales que defienden los derechos de los asalariados como la jubilación, obra social y seguros de vida, que son conquistas para mejorar la calidad de vida, las vacaciones son necesarias para que el empleado pueda descansar de la rutina, relajarse y distenderse de la forma que más le convenga.
La particularidad de la pandemia actual ha traído otros escenarios posibles como, por ejemplo, que las vacaciones sean un tema difícil de tratar y la decisión de llevarlas adelante una compleja instancia de discusiones. Pero recuerde que al igual que no puede decirle a su jefe que no pague por un año el seguro de vida y le entregue ese dinero a usted, también deberá considerar que la instancia de vacaciones se puede dilatar un par de meses, pero no más allá para que el agotamiento propio de su desempeño laboral no le juegue una mala pasada.
Prefiero cuidarme y estar en casa
La decisión de rechazar las vacaciones de verano y continuar trabajando muchas veces se toma por el temor que representa viajar a otros destinos en los cuales habrá muchas otras personas buscando distraerse en excursiones y distracciones turísticas.
Ante la sola imagen de ir a un sitio abarrotado de personas que no siempre cumplirán el protocolo de distanciamiento social, uso de barbijo y lavado de manos, algunos deciden continuar con la rutina para no correr mayores riesgos de contagio.
Puede que este accionar tenga lógica, pero lo cierto es que, ante el temor de contagiarse en sitios repletos de personas, la solución se halla en buscar destinos más tranquilos, retirados o porque no en la casa de veraneo de algún conocido. En pequeñas poblaciones no tan turísticas, pero con cualidades certeras de descanso se podrá viajar sin tanto temor.
Pero si esto siquiera lo tienta, debe comprender que seguir trabajando, aunque no planee realizar ningún viaje, no es saludable y por más que no salga de vacaciones a ningún lugar tomar distancia de las obligaciones laborales le será de gran utilidad.
Saldré solo si es en una burbuja
Para cuidarse de posibles riesgos de contagio, algunas personas han planificado unas vacaciones con normas y conductas propias del ejército, y aunque reconocemos que las medidas de precaución son sumamente efectivas y necesarias, algunos excesos pueden desquiciar a cualquiera.
Por ello, es esencial que se tomen decisiones basadas en riesgos reales y formas efectivas de prevención y no en miedos y conductas cercanas a las fobias. Disfrutar de un descanso y de la vida familiar lejos de las obligaciones es posible. Contratar un buen seguro de viaje para prevenir cualquier inconveniente es una buena forma de hacer frente al riesgo que presenta el Coronavirus, pero la decisión de descansar, realmente, es suya.
Se puede lograr una planificación que asegure la tranquilidad del viaje, pero para ello los miedos infundados deben quedarse fuera. Cuidarse y prevenir está perfecto siempre que se realice en su justa medida y con la ayuda de expertos.