¿Qué es el gaslighting y cómo afecta al conducir?

Sentarse a mirar televisión es, según los gurúes de la tecnología y la innovación, un acto que ya no se practica como se hacía años atrás, es más ya nadie lo hace. Esto es una afirmación que se da con total naturalidad, pero que en realidad está lejos de ser una verdad irrefutable.
hace 1 año, 2 meses
¿Qué es el gaslighting y cómo afecta al conducir?

La vuelta de los realitys y la forma en la que se tratan los participantes es, guionados o no, una forma de pensar las relaciones sociales y con estas algunas cuestiones básicas como la violencia simbólica, el entretenimiento y el morbo, pero también la realidad como un concepto que se construye.

Conducir es uno de esos hábitos que quita energía a las personas en su día a día porque implica lidiar con otros conductores de todo tipo, pasivos y agresivos, pero también con las características del tránsito, las cualidades del vehículo en cuestión y la propia percepción.

En estos tiempos donde mirar televisión es una realidad que no existe, pero que dice presente en miles de casas en el país, es un buen momento para hablar de gaslighting.

¿Qué es gaslighting?

Decíamos que la televisión, esa realidad que muchos niegan, está desnudando actos y hechos que no son del agrado de los espectadores, pero que no son sacados de un mundo de fantasía. Engaño, manipulación y destrato forman parte de una realidad transmitida incluso en horario de protección al menor.

Un término que está cobrando mayor protagonismo en la opinión pública es el de gaslighting, pero ¿qué es?

Gaslighting o luz de gas es el término asignado por los profesionales de la salud al abuso psicológico por el cual aquellas personas que lo padecen cuestionan su realidad. La denominación está basada en la multipremiada película Gaslight del año 1944 del director norteamericano George Cukor.

En la película se narran los planes que va elaborando el marido para hacer creer a su esposa que está perdiendo su sentido de la realidad. Una de las tantas maniobras es bajar el gas de las lámparas de la casa que habita el matrimonio para que iluminen de manera tenue, haciéndole creer que es solo su percepción errada.

Esta manipulación de la realidad, explican los especialistas suele estar dada con mayor frecuencia contra las mujeres de parte de hombres, pero no de manera exclusiva, de hecho, recomendamos a quienes lo deseen vean la exposición de la periodista norteamericana Ariel Leve que padeció de esta manipulación por parte de su madre.

De igual manera, se suele afirmar que se presenta habitualmente en el ámbito de las parejas, pero una vez más esta es una realidad que puede aplicarse en otras esferas como la educativa, laboral o política. Gaslight fue distinguida, en el 2022, como la palabra del año en Estados Unidos por las exposiciones realizadas por el ex presidente Trump respecto a su campaña electoral.

La importancia de entender de qué se trata la luz de gas es que todos podemos estar expuestos, aunque la realidad parezca otra cosa.

Andá a lavar los platos

Al prender el televisor o escuchar hablar a las personas que, en muchos casos dicen quererse, se descubre cómo se ha naturalizado un destrato que no es mal visto por nadie hasta que la situación no pasa a mayores.

La explicación docta y graciosa que se brinda en muchos videos en los que se intenta aprender sobre las costumbres e idiosincrasia de los países de la región a extranjeros resultan un claro ejemplo ya que permiten visualizar como “las malas palabras” pueden cambiar de sentido de acuerdo al contexto, los actores o los tonos en los que son dichos.

En este mismo sentido, los especialistas que están cada vez más preocupados por el alcance y las consecuencias del gaslighting hacen referencia que culturalmente las mujeres resultan un blanco más fácil porque no siempre se ve (o se veía) mal tener ciertos tipos de comentarios hacia ellas. Esta condición es aún más compleja por cuanto no siempre quien hostiga o agrede lo hace de forma consciente o busca generar perjuicio, sino que lo hace amparado en un marco donde “así lo hicieron mis padres” o “así se hizo o dijo siempre”.

Un ejemplo clásico si los hay es el famoso “andá a lavar los platos” que no por carecer de insultos deja de ser ofensivo y violento. Más consciente de la carga que tiene el mensaje es “mujer al volante, peligro constante”.

Volviendo al hecho de tergiversar la realidad, incluso cuando no se hace de forma deliberada, hay que mencionar que en ocasiones dentro de los grupos familiares pueden darse situaciones de gaslighting, pero de manera solapada a través de buenas intenciones.

Por caso cuando a una hija o esposa no se le permite conducir el vehículo para evitarle pasar malos momentos o evitar así que se tengan que exponerse a cuestiones de hombres. Incluso, mejor aún, para que puedan estar abocadas a la crianza y educación de los hijos.

El ejemplo acotado a la cuestión vial viene a cuento de estar atentos a los errores que todos podemos cometer sin siquiera sospecharlo, por tal motivo hay que estar dispuesto a hablar de lo que pasa y cada quien vive como realidad.

Estar atentos porque el abuso puede llegar en formas dulces

Como contamos el concepto de gaslighting se debe a la película en la que el marido deliberadamente baja la intensidad de las luces y, ante la evidencia planteada por su esposa, este lo niega, convenciéndola que era su imaginación.

La búsqueda de esta manipulación es la de lograr que la víctima dude de sus capacidades y habilidades causándole, entre otras, angustia y mucho estrés.

Ahora bien, no siempre este resultado es deseado y mucho menos llega de forma tan directa como se muestra en la película. Los especialistas explican que esta situación suele tener diversas fases teóricas, las cuales no siempre se dan de manera lineal, ni tampoco todas de forma obligatoria.

Una de estas facetas es la mentira, supongamos por caso que una persona conduce mal y culpa de su estilo el vehículo se va deteriorando, pero no obstante oculta esa información haciendo responsable a los demás de lo que está sucediendo con el automóvil.

Otra faceta más dulce y sutil es ser condescendiente, lo cual se plasmaría por ejemplo en quitar responsabilidades a la persona no de manera explícita sino asumiendo las tareas que la otra persona no realiza. “Mejor lo estaciono yo porque es complicado o no hay lugar”, “te llevo o te paso a buscar porque los demás manejan como locos y a vos te afecta”.

La codependencia es casi infaltable y tiene un sentido lógico si pensamos los puntos anteriores. Así un auto familiar puede tener un único conductor por sus capacidades o cualidades, llevando a una cuestión más complicada como es el hecho de necesitar de esa persona para poder hacer uso del patrimonio de la pareja o familia.

Entre el cariño y la cultura, en ocasiones sin desearlo, se puede lograr que las personas desconfíen de sus capacidades.

¿Qué es el auto gaslighting?

La descalificación constante, y por qué no sistemática a la que se suele estar expuesto en el ámbito laboral, lleva a que muchas personas crean como real todo lo que se les dice afectando directamente su autoestima.

Pensar que alguien pueda boicotearse, culturalmente hablando, es raro porque ¿quién en su sano juicio va querer perjudicarse?, sin embargo, cada día más se ve la importancia de hablar y abordar la salud mental desde otra óptica.

Otra óptica implica, por ejemplo, no pensar que se está seguro que no le pasará o a algún ser querido. Esto es más común de lo que se cree, por caso cuando hablamos de amaxofobia que no es una cuestión de sexos, profesiones o de grupos etarios. Pero por sobre todo abordar la salud mental desde otra óptica, implica pensar que se puede y debe buscar ayuda porque solo no se puede salir. Esa es la realidad.

Buscar ayuda porque se puede vivir otra realidad

Desde CompreSeguros.com planteamos estos artículos con la finalidad que nuestros lectores puedan abrir sus ojos ante riesgos que pueden llegar a ser más cotidianos de lo que parecen, pero también para que puedan sentirse acompañados y se atrevan a pedir ayuda si la están necesitando.

Cada vez más las personas están entendiendo que en los seguros hay más que solo coberturas para riesgos, pudiendo lograr verdadera calidad de vida. Por caso, hombres y mujeres solicitan seguros de salud ante la eventualidad de tener que hablar con un psicólogo que lo pueda asistir.

Ansiedad y estrés son algunas de las sensaciones que forman parte de la realidad de una sociedad que está cada vez más necesitada de ayuda y que, por lo visto, no llegará de entidades estatales.

Comprender esta situación hará posible que cada quien se provea los elementos que le permitan ver con total claridad cuál es la realidad y sobre todo para que se pueda manejar, incluso, cuando, al cantar de Iorio, “otros la hagan difícil”.