Psicología y seguro de mala praxis
Cuando se habla de las consecuencias que está teniendo el Coronavirus en la gente se la clasifica por la edad e inclusive las diferentes variantes que este presenta en cada país. Se ha dicho entonces que trae complicaciones neurológicas, cardíacas y respiratorias como consecuencias directas en el físico de los pacientes. Sin embargo, en comparación, es mucho menos lo que se dice respecto a los efectos en la salud mental de la sociedad toda.
Ansiedad, estrés, depresión, trastornos alimenticios son algunos de los síntomas que aquejan con mayor fuerza y que marcan esta nueva realidad que no presenta una solución clara y finita, pero sobre todo para la cual hay que prepararse en todo sentido sabiendo pedir ayuda a los profesionales idóneos.
¿Y de los psicólogos quienes se acuerdan? Ellos también son víctimas de este contexto que los afecta tanto como personas como profesionales. Trabajar seguro es una realidad que se impone sin dilaciones.
Era en abril
En abril del año pasado el Ministerio de Salud de la República Argentina lanzó una serie de documentos tendientes a marcar determinados lineamientos de trabajo y asistencia a los profesionales de acuerdo al área en la que se desempeñarán cada uno.
Uno de estos manuales se tituló Recomendaciones para equipos de salud mental en el cuidado de la salud mental de trabajadores, profesionales, no profesionales en hospitales generales. En este documento, entre otras cosas, se plantea “a medida que aumenta la demanda de asistencia, la angustia de las familias y del personal de salud puede ser más difícil de abordar, aún para equipos con experiencia. La sobrecarga, el paso del tiempo y la propia evolución incierta de los pacientes, hacen que en ocasiones el profesional se vea obligado a tomar decisiones complejas, en un breve tiempo. Esto puede impactar es el estado emocional generando sensaciones de ansiedad, impotencia, frustración, miedo, irritabilidad, tristeza y anestesia emocional, entre otros”.
A la luz de los hechos, el estado emocional afectó a los pacientes, médicos e incluso a quienes forman parte de los equipos de salud mental, obligando a que se esté alerta y apto para tomar esas decisiones complejas a las que hace referencia el informe.
Sin dudas el Coronavirus generó un replanteo de las profesiones, vocación de servicio, recursos disponibles y la necesidad de poder trabajar con medidas de seguridad que antes, quizás, podían obviarse.
Seguro de responsabilidad civil profesional
Como ya se ha dicho, la pandemia, de una u otra manera, afectó a todos, incluso a los profesionales de la salud que deben estar preparados para desarrollar sus actividades laborales con la pasión y entrega de siempre.
Para poder trabajar de la manera esperada, aquella en la que la reputación, el patrimonio y el futuro no sean puestos en juego, los psicólogos deben contar con un seguro que les brinde garantías.
El mercado asegurador dispone del seguro de mala praxis que, de acuerdo a la aseguradora elegida puede encontrarse también como seguro de responsabilidad civil profesional, está diseñado para dar respuesta ante reclamos realizados por terceros a causa del desempeño del servicio profesional del asegurado.
El seguro de mala praxis resulta una inversión que todo profesional debe realizar sin importar la situación socioeconómica que se esté atravesando, si es que acaso le importa cuidar sus logros. Este detalle no es menor porque implica asumir que nadie está exento de ser cuestionado por personas que se creen con el derecho de hacer algún tipo de reclamo.
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