¿Por qué las personas se vuelcan hacia la micromovilidad?

Bicicletas, monopatines eléctricos, scotters eléctricos, patinetas son algunos de los nuevos medios de movilidad elegidos por hombres y mujeres, mayormente jóvenes, para ir de un lugar a otro, no como un hecho aislado sino como una tendencia que tiene muchas respuestas posibles.

Cada vez más la pregunta que flota en el aire es ¿por qué las personas se vuelcan hacia la micromovilidad?

¿Qué es la micromovilidad?

Tal como contamos en ¿Qué es la micromovilidad? La gente está cansada de los medios tradicionales de transporte, pero la diferencia es que algunos están optando por cambiar y dejar de decir que están cansados.

A nivel mundial las personas están utilizando la micromovilidad como su realidad diaria y esta no es otra que los “desplazamientos que se dan en un tiempo y espacio determinado en vehículos ligeros”.

De acuerdo a las circunstancias particulares en la que se lleva a cabo, por lo general, las distancias recorridas no superan los diez kilómetros ni la media hora de uso, pero como siempre sucede esta no es una verdad inamovible.

Lo que sí pareciera el primer punto de apoyo de esta corriente orgánica que se centra en la utilización de vehículos ligeros es la necesidad de un cambio.

Cambiar, depende de cada uno y de motivos muy variados. Pero en la actualidad la apuesta por buscar circunstancias que se ajusten a lo que cada persona desea y disfruta de verdad es la filosofía reinante.

El asunto económico, una realidad en todos lados

La cuestión económica es una de las patas que sostiene a la micromovilidad como realidad mundial, pero que, claro está, puede ser interpretada de diferente manera de acuerdo a la ciudad donde se aplica.

Es una decisión económica que puede parecer onerosa en cuanto a la adquisición del vehículo, pero que luego se amortiza con el uso y la satisfacción que este trae aparejado.

Una de esas satisfacciones se manifiesta en el hecho concreto de no tener que gastar en otro medio de transporte como puede ser subte o colectivo (aunque muchas personas los combinen).

Pero también es cierto que se produce un ahorro en otras instancias porque en vez de ir a un gimnasio, las personas destinan ese dinero y ese tiempo a otras cuestiones porque ya se han ejercitado, por caso al andar en bicicleta.

La elección de cualquier vehículo ligero, en el aspecto económico, es siempre mucho más rentable y económico que pensar en los tradicionales como auto o moto.

Si se tiene en cuenta que la distancia es larga para hacerla caminando, pero corta para movilizarse en un vehículo ligero, la economía aparece también en lo que se ahorra en estacionamiento.

Las posibilidades de guardado en el lugar de trabajo o de estudio resulta otra arista, ya que en muchas ciudades la ocurrencia de dejar en la vía pública el auto o moto no es una posibilidad viable y el gasto en estacionamiento es casi obligatorio.

Ni qué decir del ahorro que celebran los conductores al no tener que invertir en combustible, ya que los vehículos ligeros poseen tracción a sangre o bien son eléctricos.

El temor y las esperanzas

Las emociones juegan un papel sumamente importante en la elección de los vehículos ligeros por parte de la gente, aunque estos en algunos casos, son diametralmente opuestos.

Un importante número de personas elige la micromovilidad por temor. La pandemia ha generado que hombres y mujeres vean con otros ojos a la salud y la exposición a gérmenes a la que se está vulnerable a diario.

Ante el temor de enfermarse como resultado de estar en espacios reducidos con otras personas, como sucede en diferentes opciones del transporte público, se elige hacer algo al respecto y movilizarse solo en un vehículo ligero es una alternativa que gana adeptos.

Otros, por su parte, no manifiestan temor alguno a ningún tipo de contagios y se mueven por la esperanza.

La esperanza en que su cambio visibilice la situación de caos y contaminación ambiental producida por los vehículos de combustión interna y las autoridades generen las acciones y adecuaciones necesarias para poder movilizarse sin problemas.

Es interesante destacar que quienes se están pasando a los medios incluidos en la micromovilidad no juzgan ni cuestionan a los demás ciudadanos, sino que apuntan a realizar su propio aporte.

Cuidar el ambiente

La educación y consciencia ambiental de aquellas personas que día a día se suman como fuerza de trabajo es más fuerte y clara que la de generaciones anteriores.

La elección de vehículos ligeros en favor del ambiente es, en muchos casos, más importante que el temor o el aspecto económico para el usuario.

La satisfacción que manifiestan quienes consideran que su visión debe ser trasladada a hechos concretos en favor de las generaciones futuras es similar a la que les permite dejar un trabajo si no están conformes con algún aspecto del mismo.

¿Cuál es la relación entre cambiar de trabajo y el cuidado del ambiente? Muy sencilla, las nuevas generaciones se están mostrando más dúctiles para romper con ciertos esquemas y cuestiones culturales que parecían estar muy arraigadas en las sociedades.

Pedalear, no tirar basura en la calle o cuidar la salud física y mental van de la mano para una gran parte de los nuevos conductores mundiales. Se puede tomar como un cambio de paradigma o de principios, lo cierto es que en esta nueva mirada del mundo el cuidado del ambiente es elemental.

La elección de productos naturales, uso sostenible de los recursos, procesos que no sean contaminantes con el entorno y la armonía con la naturaleza son preocupaciones que, por lo general, comparten quienes eligen la micromovilidad.

¿Y si hoy es diferente?

Estrechamente ligado con el punto anterior es el que lleva a las personas a no ser tajantes con su decisión y mostrarse abiertos a las circunstancias externas e internas.

Quien conduce un automóvil sabe muy bien que si por algún motivo, desde un festejo hasta una queja, se decide interrumpir una artería el caos se apodera del tránsito y no siempre la buena fortuna lo acompaña de estar informado.

Con los vehículos ligeros este mismo panorama puede ser resuelto de una manera más sencilla para quienes se trasladan en bicicletas o monopatines eléctricos por la obvia razón de poder atravesar por lugares más estrechos y con mayor libertad.

Esa libertad es la misma que valoran los nuevos conductores para decir hoy no quiero pedalear y me tomo un colectivo, subte o cualquier otro medio de transporte. Esa libertad le da la posibilidad de no pasar frío o tener que mojarse como única e irremediable circunstancia.

Esta libertad de elegir y cambiar se vuelve casi una inspiración constante para todos aquellos que no quieren hacer de su día a día una rutina que los agobia y los estresa sin remedio. Poder movilizarse de una manera diferente los lleva a hacer realidad aquello de ¿y si hoy es diferente?

Para quienes eligen vivir sin estructuras y mandatos estos vehículos son una expresión de libertad por si mismos, pero como toda libertad debe vivirse con la correspondiente responsabilidad.

Movilizarse con libertad y seguridad

Para acceder a todo aquello que representa regirnos por nuestras propias convicciones es elemental que se transite con seguridad, ya sea en auto en las tradicionales motos o en scooter, si elegimos un monopatín, la bicicleta o cualquier medio de transporte liviano, lo elemental es que podamos hacerlo seguros.

Si algo hemos aprendido en CompreSeguros.com es que la mejor manera de estar seguros es minimizando los riesgos y eso se logra, la mayoría de las veces, de la mano de una aseguradora.

Por más que los seguros sean obligatorios u opcionales, lo más importante es que podamos salir a la calle con la tranquilidad de estar protegidos.

No solo se trata de cuidar del patrimonio o capital invertido en nuestro medio de transporte, es muy importante que tomemos consciencia de lo relevante de proteger la salud ante cualquier incidente que pudiera suceder.

Al igual que no se sale a manejar una moto o auto sin la imprescindible comprensión de las reglas de tránsito, de igual manera debemos conocerlas para salir en bicicleta o monopatín eléctrico.

El correlato del cinturón de seguridad de un auto, si pensamos en una bicicleta o patineta es el uso de un casco que permita resguardar la cabeza ante posibles golpes que, aunque nadie los desee, siempre pueden suceder.

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