Por qué es importante y más seguro descansar bien

Dormir es una de las actividades más placenteras que puede experimentar el ser humano sin costo alguno, o casi. Casi porque no a todos les resulta tan fácil poder dormir y ni qué decir del hecho de hacerlo cómo y cuándo se quiere. En tiempos de pandemia esta situación se ha visto gravemente complicada y esta carencia no resulta gratuita.
hace 3 años, 2 meses
Por qué es importante y más seguro descansar bien

En tiempos de Coronavirus y nueva normalidad se han visto incrementadas las consultas a los profesionales de la salud buscando diferentes alternativas que permitan poder conciliar el sueño. La ansiedad y el estrés, entre otras, resultan las principales fuentes de insomnio, pero no son las únicas.

El encierro, las series y películas al alcance de la mano junto a la experiencia home office mal aplicadas, están llevando a que se produzcan desajustes en los horarios de descanso y esto tiende a repercutir en la salud de las personas y en el incremento notable sobre el riesgo de sufrir accidentes.

¿Cuántas horas hay que dormir?

Siempre que se intenta establecer un número que sea general a todas las personas se está próximo a cometer un error porque cada individuo es único. Dicho esto, y a modo de generalidad, se dice que es reparador y saludable dormir un promedio de entre 7 y 9 horas.

Según la Fundación Nacional del Sueño esta medida tiene que ajustarse a la edad y a la actividad que cada persona desarrolla en su jornada habitual. De igual manera se explica que la calidad es vital en el rendimiento de las personas puesto que los intervalos o las interrupciones disminuyen la eficacia de ese dormir, incluso aunque se cumpla el rango horario aconsejado.

En definitiva, calidad y cantidad no pueden pensarse por separado.

3 consejos para lograr conciliar el sueño

Partiendo de la base que un mal descanso impide a las personas tener un buen rendimiento físico y mental, los especialistas recomiendan una serie de consejos para lograr conciliar el sueño, en cantidad y calidad.

Gastar energía: realizar ejercicios diarios implican que se genere un agotamiento que fomente las posibilidades de tener un sueño reparador. Los ejercicios a realizar van de acuerdo con la propia actividad de la persona, hay quienes están acostumbrados a horas en los gimnasios, mientras que otros con solo caminar están marcando un cambio positivo.

Hábitos saludables: así como la actividad física está recomendada, se deben cultivar acciones que promuevan el descanso como no cenar en demasía ni tampoco cosas hipercalóricas, que la habitación y más específicamente la cama sea un lugar donde se quiere estar, al igual que evitar bebidas estimulantes.

Horarios y creencias: establecer horarios fijos con el propósito de respetarlos permite que el cuerpo se acostumbre a dormir a cierta hora, de igual manera es clave no hacer de la cama un lugar para dormir, comer, trabajar y más. Por último, si se tiene la posibilidad de dormir siesta no hay que abusar, es importante recordar que 8 horas de sueño no es igual a 6+2 o 7+1.

Consecuencias de no dormir bien

Diferentes estudios dan cuenta que no dormir bien de noche trae problemas de salud tales como riesgos de sufrir un ACV o problemas cardíacos. Sin embargo, a veces es más conveniente no ser tan drásticos en la forma de comunicar porque muchas personas gustan de pensar “si total”.

No dormir bien implica jornadas en las que se está expuesto a accidentes personales producto de, entre otros, irritabilidad y/o falta de concentración. Es importante que contrate un seguro de accidentes personales que lo ayude a estar relajado sabiéndose protegido, de la misma manera que cambia de hábitos para poder lograr cantidad y calidad al dormir.