Los principales síntomas de la amaxofobia

Conducir un vehículo es una de las tareas más apasionantes para algunos hombres y mujeres que reconocen hacer a diario y a la que le agregan kilómetros por la grata sensación de lo que esto significa. Para otros conductores la tarea no supera el hecho de ser un compromiso rutinario y monótono, mientras que otro tanto de solo pensar que deben conducir les causa angustia, dolor e inseguridad.
hace 1 año, 8 meses
Los principales síntomas de la amaxofobia

Lo importante es reconocer en qué grupo se encuentra cada quien, y cuál es la mejor manera de enfrentar esta actividad, en caso de que no pueda delegar la conducción en alguien más. Y recuerde que reconocer los temores o fobias es el primer paso para enfrentarlos.

¿Qué es la amaxofobia?

En CompreSeguros.com detectamos que muchas personas buscan sus seguros de autos lo más completos posibles porque sufren de amaxofobia.

En La importancia de hablar para conducir más seguro explicamos que este término surge de la unión de amaxo y fobia que no es otra cosa que el temor irracional a conducir. Esta fobia, como tantas otras, no se da de la misma manera en todas las personas como tampoco a todas les impide conducir.

Los especialistas suelen explicar que existen dos instancias en las que se suele sentir amaxofobia. El primero y más habitual es el que se tiene al aprender a conducir y dónde todo es nuevo e incluso angustiante.

El segundo es el que se adquiere luego de una mala experiencia. Resulta importante destacar que este no necesariamente se manifiesta cuando se es protagonista de un mal momento al volante ya que hay conductores que comienzan a sentir temor de manejar luego de ver, en primera persona o incluso en videos, accidentes.

No me gusta manejar ¿es lo mismo?

Conducir un vehículo es una más de las tareas que hombres y mujeres realizan a diario como por ejemplo cocinar, bañarse, hacer las compras y aunque pueden resultar necesarias, no todas son igual de placenteras para las diversas personas.

Es correcto reconocer entonces que si no le gusta manejar no es sinónimo de padecer amaxofobia.

De hecho, hay miles de personas que a diario conducen porque no les queda otro remedio, pero no por ello sufren si lo deben hacer, aunque debemos convenir qué son personas que ceden el volante con sumo grado.

Por el contrario, quién siente temor de conducir, por ejemplo, experimenta palpitaciones, que se le sube la presión o hasta incluso llegan a sufrir una sudoración excesiva, con el solo hecho de tener que pensar en manejar.

Alguna de las preguntas que usted debe responderse para saber si solo es que no le gusta conducir o sufre de amaxofobia es por ejemplo ¿siente nervios de pensar que tiene que conducir?, ¿prefiere que ciertas personas no estén en el vehículo cuando tiene que conducir?, ¿prefiere que otra persona conduzca por usted?, ¿siente miedo de que un ser querido tenga que manejar?, ¿lo asustan ciertos horarios o rutas para conducir?, ¿prefiere cambiar de rutas para evitar puentes, vías de tren o rotondas?, ¿hay condiciones climáticas que lo limiten?, ¿padece al tener que estacionar su vehículo?, ¿considera que su vehículo es más inseguro cuando usted lo maneja?, ¿conduce mejor si previamente toma medicación?, ¿pierde eventos sociales o laborales por no conducir?, ¿le preocupa el qué dirán?, ¿siente felicidad al llegar al destino y bajarse de su auto?

Al formularse estas preguntas resulta interesante que más de una persona ha descubierto que no les molesta conducir y mucho menos sienten temor al hacerlo, pero que, en realidad, tienen una mejor sensación al hacerlo en otro tipo de vehículos cómo puede ser un monopatín, bicicleta o moto.

Síntomas de que se padece amaxofobia

Muchas personas conducen a diario sin sentir ningún tipo de placer al manejar, pueden llegar a pasar horas al volante o incluso ser conductores profesionales por ejemplo de taxis, remis o colectivos. Esa falta de placer o motivación no les impide cumplir con su tarea, sin embargo, hay que estar atento cuando las cosas cambian.

Que las cosas cambian significa, en ocasiones, que se malinterpreten las señales. Por ejemplo, hay quién siente nervios y lo atribuye a una reunión, un diagnóstico, la resolución de un litigio o una nueva etapa de su vida, pero en realidad se están enmascarando otro tipo de problemas que suelen aparecer cuando se pasa mucho estrés al volante.

Algunos de los síntomas más frecuentes que se sienten y que deben llevar a buscar ayuda son:

  • Nervios inexplicables o “malas sensaciones”.
  • Taquicardia, imposibilidad de respirar y palpitaciones.
  • Dolor de panza o descompostura.
  • Dolor de cabeza u ocular.
  • Cansancio excesivo.
  • Insomnio y/o pesadillas asociadas al conducir.
  • Contracturas y entumecimiento de extremidades.
  • Cambios en el humor previos a conducir.
  • Si se detecta alguno de estos síntomas al tener que conducir o se pueden asociar a ello, es conveniente atender su origen y no esperar a que “algo malo suceda”.

    La amaxofobia interfiere en otros ámbitos

    Reconocer que se padece de amaxofobia y buscar las vías para poder afrontar la situación es fundamental si se quiere lograr una vida segura, serena y tranquila.

    No en todos los lugares ni en todos los ámbitos sucede lo mismo, pero reconocer que se teme a algo o alguien no suele ser bien visto. Incluso muchas personas se censuran antes que poder admitir que tienen un problema.

    Sufrir de amaxofobia y ocultarlo repercute mucho más allá del momento en el que se está al volante. El estrés, la ansiedad, el temor que los conductores sufren se lleva al trabajo y afecta las relaciones laborales, pero también se lleva al hogar y afecta a las relaciones familiares.

    Buscar la ayuda de personas de confianza, pero sobre todo de profesionales permite que se pueda enfocar correctamente el problema y dejar de encontrar soluciones que no arreglan nada cómo “no quiero ir a trabajar” cuando en realidad se quiere decir “no quiero conducir hasta el trabajo”. De igual forma es esencial distinguir que no querer ir a trabajar no obedece a estar padeciendo el ya comentado burnout.

    Un problema, varias soluciones

    Sentir temor a manejar no siempre tiene un mismo origen y poder comprenderlo es fundamental para lograr adecuar la solución.

    Por caso hay quienes arrastran el temor desde el momento mismo del aprendizaje y este se asocia a la figura negativa de quien ha cumplido la tarea de instructor. Padres, hermanos y parejas suelen, por impericia, ser una fuente habitual de conductores temerosos y la forma de tratarlo va desde actividades de relajación como el yoga hasta ayuda de un profesional de la salud.

    En otros casos el problema radica en que se sabe mal algo o incluso se teme por falta de práctica y esto debe ser encarado desde otro lado. Acudir a las escuelas de manejo es la manera directa de afrontar de lleno el foco del problema desde un punto de vista teórico-práctico.

    Estas soluciones no significan que superar la amaxofobia puede ser una tarea sencilla, pero más grave será padecerlo si no se logra identificar el origen. Una vez definida la causa esencial del temor a manejar es más concreto el trabajo que se debe realizar para poder solucionarlo.

    Contar con el mejor seguro de autos

    Sentir miedo al manejar es más común de lo que se cree y como hemos contado muchas veces no se tiene la suficiente libertad para poder expresarlo abiertamente.

    Muchos son los factores que influyen en que hombres y mujeres, de distintas edades y con distintos vehículos, teman tener que ser los responsables de estar al volante.

    Desde haber presenciado un accidente qué le resultó traumático, hasta bromas pesadas e intolerantes de los seres queridos encargados de enseñar a conducir; el abanico de factores externos que generan miedo en los conductores son muchos y variados.

    Un aspecto que no siempre es debidamente analizado en su totalidad es el de contar con un seguro de automóviles qué brinde la suficiente tranquilidad al conductor. Parece que fuera una premisa actual el hecho de buscar el seguro de autos más económico, lo cual no es malo en sí mismo, pero genera qué muchos conductores no puedan sentirse tranquilos al tener que manejar, porque no creen contar con el total respaldo de su aseguradora.

    No estar conforme con su seguro de autos en cualquier persona, pero más en los que sufren de amaxofobia implica tener que estar pensando en aspectos secundarios como por ejemplo la zona en la que se estaciona, los servicios de grúa y asistencia o la ingrata experiencia de tener que ponerse en contacto con atención al cliente, descuidando la tarea principal de manejar.

    En CompreSeguros.com entendemos a la perfección la relación que se da entre el asegurado y su seguro a la hora de proteger su patrimonio, pero también su propia tranquilidad para que todos sus sentidos estén puesto y enfocados en dónde corresponde.

    Perseguir el precio más bajo en el seguro de autos no es bueno si eso significa renunciar a su tranquilidad, a costa de cargarse de miedos.