Los mejores consejos para mover muebles de modo seguro

Quién no se ha sentado alguna vez en el sillón y mirando a su alrededor dejó volar la imaginación reflexionando ¿cómo quedaría si este mueble lo muevo allá y ese acá? Esa pregunta, en algunas personas, queda flotando unos pocos minutos en los que rememoran a Berugo Carámbula y su clásico “el 2 por el 3, Alcoyana Alcoyana”; mientras que otros tanto buscan la forma de llevarlo a cabo.
hace 1 año, 7 meses
Los mejores consejos para mover muebles de modo seguro

Este hecho de remodelar los espacios suele traer consigo un movimiento de muebles, comprados para la ocasión o solamente reubicados, que no siempre es seguro para las personas, como tampoco para los muebles.

Aquí le contamos los mejores consejos y formas más convenientes para que mover muebles en casa sea una tarea sencilla.

“Pieza tocada pieza movida”

Ya hemos mencionado que las personas entienden al hogar como su lugar en el mundo y es por eso que hacen cuanto sea necesario para que todo esté tal cual a cada uno le gusta.

Lograr esto puede ser una tarea imposible de resolver si no es con ayuda de algún profesional, léase arquitectos o decoradores de interiores, pero en otros es suficiente con mover alguna que otra cosa de lugar.

Cuando los cambios se hacen por aburrimiento o para pasar el rato es habitual, dicen los expertos, que se comience moviendo una lámpara y una planta para luego darse cuenta que se hizo de noche, no se terminó de relocalizar todo y lo peor es que, similar a lo que sucede en una mudanza, la casa está desordenada y sin satisfacer a nadie.

Recordando las premisas del ajedrez en la que es ley aquello de “pieza tocada pieza movida”, los profesionales de la decoración recomiendan atender a 3 ideas muy sencillas antes de lanzarse a mover nada:

Ponga a prueba su imaginación: siguiendo al juego ciencia como inspiración, es recomendable que trate de visualizar cómo quedaría ese ambiente que tiene en mente de acuerdo a sus posibilidades. En ocasiones alcanza con solo prestar un poco de atención y hacer cálculos mentales porque suele pasar que la ubicación y decoración no depende tanto del gusto como de la habitabilidad y funcionalidad de las cosas; en otras no queda más remedio que relocalizar los muebles para darse cuenta si el resultado es el deseado.

Sacrificar piezas: es común que las personas cuando cambian de lugar un elemento de la decoración del hogar en realidad están pensando en una remodelación encubierta o bien que no se ha hecho consciente, es por eso que se recomienda tratar de entender qué se busca y en ese proceso plantearse qué puede hacer falta y de qué se puede prescindir.

Una idea clara: el movimiento de objetos, la compra de nuevos elementos y la decisión de desprenderse de otros tiene que tener un sentido claro al momento de ponerse manos a la obra. Hay quienes cambian de lugar 2 o tres cosas porque no necesitan más, otros tantos lo hacen de acuerdo a un estilo o moda particular y pueden necesitar de un buen tiempo de trabajo, mientras que otros lo hacen por necesidades en el hogar como puede ser la seguridad de los más pequeños e incluso asumen que los cambios pueden ser periódicos.

Es un mueble pequeño

Una vez que se ha tomado la decisión de relocalizar uno o varios muebles se vuelve clave entender que esto no tiene que significar romper nada y mucho menos exponer la salud a causa de lesiones o accidentes.

Para llevar a cabo la tarea, mucho depende de la planificación y el poder ser consciente de la tarea que se quiere afrontar; por caso ¿alguien elonga y/o entra en calor? No hacerlo o incluso atribuirse más condiciones de las que se suele tener puede generar problemas más graves que solo un “dolorcito” de esos que se calman con alguna pastilla de venta libre.

Para lograr movimientos lo más seguros posibles es clave no confiarse por el hecho de estar trabajando en casa o desmereciendo el peso y volumen de lo que se quiere manipular. Contar con elementos adecuados como guantes, faja lumbar de trabajo y calzado adecuado resultan una buena decisión, pero por lo pronto se trata de no levantar peso descalzo, con las manos transpiradas o sin conocer la forma correcta de realizar levantamientos.

Para prevenir dolores y lesiones, entre otras, se recomienda:

    Separar las piernas para que el cuerpo logre una mayor base de apoyo.
    Ubicarse lo más cerca que se pueda del objeto que se quiere levantar.
    Doblar las rodillas, nunca la cintura o espalda.
    Levantar los objetos de manera lenta.
    No inclinarse hacia adelante con el objeto en las manos.
    No torcer la espalda al momento de agacharse para alcanzar, levantar o cargar un objeto.
    Mantener la espalda derecha cuando se pone en cuclillas.

No importa si se está relajado en su casa o si el mueble es pequeño, saber cuál es el modo seguro para levantar cosas evitará lesiones y dolores.

Que el mueble quede entero

La simple reubicación de un mueble o el laborioso rediseño de un ambiente requiere que se tengan en cuenta algunos aspectos sencillos para que la tarea se pueda realizar sin mayores inconvenientes.

¿Se puede desarmar?: en la medida de las posibilidades hay que desarmar el mueble o llevarlo en partes. Este consejo brindado por los profesionales de las mudanzas viene a cuento de los innumerables objetos que ven malogrados por el simple hecho de no tomarse el tiempo de realizar un trabajo previo, fueron víctimas del apuro o de haber subestimado el peso y tamaño del objeto a relocalizar.

¿Cuenta con lo necesario?: si bien hay objetos que una persona puede moverlos sola o incluso entre dos, es recomendable tener en cuenta aquellos comercios que alquilan herramientas y elementos de trabajo que no suelen estar presentes en un hogar. Por caso la relocalización de muebles puede ser más segura y liviana con un carro para carga y transporte. Desde CompreSeguros.com recomendamos también contar con un seguro de accidentes personales porque lo importante es poder trabajar seguro para que su casa sea el espacio que usted desea habitar.

Prepare el terreno: antes de levantar o correr los muebles es indispensable que haya liberado el camino por donde va a transportarlo. Cuando los objetos son grandes y pesados no es raro que las personas piensen en cuánto falta para llegar o poder asentarlo descuidando los riesgos de romper cosas al pasar o incluso que elementos fuera de su lugar dañen aquello que se transporta.

Olvídese del reloj: tomarse el tiempo que sea necesario para realizar el traslado del objeto de acuerdo a la cantidad de participantes involucrados y sus capacidades permite cuidar aquello que se desea mover como también la salud de las personas colaboradoras. Hacer las cosas apurado y sin descanso suele generar un agotamiento prematuro que puede acarrear malos resultados.

Cuidado con ciertos consejos: al mover objetos pesados como puede ser una biblioteca o un sillón de varios cuerpos se suele recurrir a internet para buscar consejos y trucos lo cual es una excelente idea, pero también lo es sopesar las propuestas que se encuentran. Entre ellas algunas recomiendan el uso de productos que son cotidianos en el hogar pero que pueden llegar a causar que los muebles realicen movimientos que pueden romper otros elementos o peor aún accidentar a quien los está manipulando.

Cultivar la armonía

Si vive en un departamento es probable que entienda y acepte que está rodeado de más personas y que, en algunas ocasiones, parecen predispuestos a vivir la Guerra de los Roses con sus vecinos.

El consejo, además de que siga las medidas que le permitan cuidar su salud y sus muebles, es que esté atento a las normas de convivencia con las demás personas del edificio, tanto si son explícitas como implícitas, entendiendo la importancia de cultivar la armonía.

Si son explícitas quizás sean más fáciles de seguir por cuanto habrá horarios y otras cuestiones prefijadas para que la convivencia sea lo más armoniosa posible, pero seamos honestos no impide que alguien se arroje el derecho de hacer su propia lectura de lo reglamentado.

Dentro de lo implícito, que puede ser un área más complicada de transitar, lo más seguro y conveniente es, en ocasiones, abrir un poco su casa para que las personas puedan sentir empatía con usted ¿Debo hacerlos pasar y convidarles con algo? No es una mala idea, pero los profesionales encargados de consorcios y mediadores suelen recomendar aspectos más sutiles como mencionar que se tiene en mente hacer algún cambio o movimiento pasando la pelota al campo contrario ya sea que tenga alguna “objeción” al respecto, se ofrezca a colaborar o incluso esté advertido que tal vez pueda que sus verdaderos amigos se presenten a darle una mano y pueda ver desconocidos en el edificio o más bullicio del habitual.

Con seguridad y criterio, mover los muebles del hogar de modo seguro puede ser su próximo pasatiempo para los fines de semana.