Los errores conceptuales típicos en una remodelación de hogar

En 5 consejos seguros para remodelar su casa hablamos de la importancia de saber pedir ayuda a profesionales al momento de emprender una “aventura” para la que no todos están preparados y, sobre todo, dispuestos a transitar cuando los errores conceptuales típicos aparecen.

Dinero que se escurre entre las manos como agua, tiempo que pasa sin remedio y sin avances visibles, golpes y accidentes personales, discusiones risueñas que dejan de ser divertidas, las malas decisiones y los “yo me animo”, son solo algunos de los errores que aparecen en una remodelación y que podrían haber sido previstos.

Entendiendo que hay errores fáciles de prever, sobre todo cuando la experiencia da una mano, les presentamos los errores conceptuales típicos en una remodelación de hogar y cómo evitarlos.

Un error de base

Con errores conceptuales queremos hacer referencia no a la ejecución de la remodelación precisamente, sino a todos aquellos aspectos que se necesitan analizar para que las cosas puedan marchar dentro de los carriles de lo esperado.

Esta somera explicación viene a cuento de todas aquellas personas que creyeron que, con buena voluntad, unas simples ideas o incluso prescindiendo del asesoramiento de profesionales como arquitectos, albañiles o decoradores, podrían lograr buenos resultados.

El primer error, que no se da solo al momento de remodelar, sino que aplica a otros ordenes de la vida también, es actuar por impulso sin un plan seguro restando importancia a las cosas que pueden ir apareciendo.

La idea anterior no se trata de dejar todo como está por miedo a los riesgos, sino todo lo contrario, se trata de no subestimar el proyecto entendiéndolo como un paso que se da mejor cuanto más seguro se está.

Los 10 errores más frecuentes en una remodelación

De acuerdo a lo hablado por CompreSeguros.com con profesionales arquitectos y decoradores, estos son los 10 errores más frecuentes en una remodelación.

Remodelaciones llevadas a cabo por personas reales: uno de los errores más comunes a la hora de llevar a cabo la remodelación o refacción en el hogar el hecho de asumir quiénes son las personas que van a tener a cargo la tarea. Este es un aspecto que resulta crítico resolverlo desde el minuto cero porque implica ponerle nombre y apellido a las funciones que este emprendimiento requiere. Poder determinar qué persona para qué cosa no solo se trata de dar respuesta sí será una tarea "hágalo usted mismo", sino también a qué profesionales hay que visitar, qué materiales hay que comprar, quién se encarga de hacer los pedidos, quién tomará las decisiones.

Plazos y dinero definidos: Sentarse a diagramar planes seguros para la remodelación puede ser aburrido y es por eso que pocas personas lo hacen, sin embargo, representan un claro indicador de cómo y cuándo se harán las cosas. Este aburrido plan seguro es el que determina cuánto dinero se tiene disponible para llegar a un objetivo que está basado en un tiempo determinado, porque como todos saben cuánto más se demoran las cosas en obra más encarecen. Trazar está hoja de ruta previendo diferentes panoramas es lo que permite pensar en soluciones alternativas cuando la primera opción no está disponible.

Conceptos claros: en La importancia de hablar para conducir más seguro abordamos el concepto de la confianza entre las personas para hablar de manera clara y directa sobre aquellas cosas que cada uno siente y piensa, esto también sucede al encarar obras en el hogar. Por caso, y más cuando no hay profesionales de la construcción de por medio, es clave utilizar un mismo lenguaje para evitar confusiones, malos entendidos o sobreentendidos que no llevan jamás a buen puerto. Determinar si se trata de una reparación, arreglo de algo que está roto o no funciona correctamente y que puede traer mayores problemas, o una remodelación, modificación que se hace por un gusto personal y que no reviste mayor urgencia, es un ejemplo de lo que significa estar en sintonía.

¿Cada persona tiene derecho a opinar y cada opinión vale un voto?: pensar en las personas reales que se verán involucradas en la remodelación sí va a poner un tema controversial sobre la mesa que es quién puede opinar. Quizás la respuesta más fácil de obtener sea cuando el propietario vive solo y decide cómo logrará esos espacios que desea, pero este contexto cambia de manera radical cuando se convive con otras personas, ya sean parejas o hijos donde existe el riesgo de herir susceptibilidades o no conseguir una remodelación satisfactoria.

Su casa no es un museo: en ¿Qué seguro de hogar es mejor? decíamos que la solución surge del conocimiento y análisis de cada casa, pero sobre todo de quiénes viven en ella, en este sentido un error típico a la hora de remodelar es dejarse impresionar por las modas o bien por las fotos finales carentes de cotidianeidad. Al momento de pensar la remodelación resulta imperioso que se entienda, por ejemplo, hasta qué punto puede servir una casa minimalista para una familia tipo con dos niños de menos de 10 años o incluso si la adaptación está pensada para que personas ancianas puedan vivirla de manera cómoda y segura. Su casa puede ser un museo donde todo esté a salvo y bien protegido si usted lo desea así, pero de otra manera, tiene que tener en cuenta quiénes habitarán la casa para no hacer una remodelación de la remodelación.

Cree espacios donde quiera estar: relacionado con el punto anterior, permítase darle su toque e impronta a la remodelación generando espacios donde sienta la satisfacción de estar en su casa, ya sea en la cocina donde se prepara todo con amor, en el living donde crea un espacio seguro para jugar con los más pequeños o inclusive en un rincón donde emprende, a través del home office.

Los profesionales solo están para enriquecerse: los profesionales son un tema aparte que es importante poder analizarlo en detalle. Nunca faltan aquellas personas que consideran que tienen los conocimientos suficientes para ahorrarse los honorarios del profesional y es una verdad de doble filo. Este riesgo da la razón a las personas que tal vez quieren hacer ciertos cambios o modificaciones que tienen que ver más con cuestiones estéticas y de gustos de quién habita la morada, sin embargo, todo cambia de manera radical cuando una remodelación origina la necesidad de una refacción o incluso si el "hágalo usted mismo" pone en riesgo la estructura de la casa o el cumplimiento de ciertas normas urbanísticas.

Comprar la foto o el programa: a menudo las personas tienden a comprar como si fuera verdad la foto de la casa remodelada o el programa de televisión en el que se lleva a cabo una remodelación como si no hubiera trucos secretos generando ese impulso de pensar que cualquiera puede llevarlo adelante. No se trata de tener un pensamiento negativo ni tampoco de buscar denigrar a nadie, pero sí de tener en cuenta que a veces las cosas no son tal cual como las cuentan.

La cuestión climatológica: si bien es cierto que la estación del año puede no ser un factor importante de acuerdo a la remodelación o refacción qué se quiere llevar adelante no es un detalle menor prestarle atención. Por ejemplo, no es igual pintar una habitación que tal vez puede no ser usada el tiempo que sea necesario hasta que se seque y esté en condiciones a encargar una obra al aire libre cómo puede ser pasar membrana líquida en un techo. Esto puede llegar a ser obvio, pero también es importante prestar atención a la cuestión climatológica para saber cómo responde cada uno de acuerdo a la estación del año, pero también cómo esta puede llegar a intervenir en los horarios de trabajo y de ocio de cada persona que lleva a cabo la remodelación.

Querer vivir mejor: las remodelaciones no son obligatorias, pero resultan en muchos casos una necesidad apremiante para las personas que entienden que con algunos cambios van a vivir en la casa que realmente les agrada. Estos cambios que se piensan para tener un domicilio más seguro y agradable pueden generar un estrés y un agobio similar al de una mudanza cuando se vuelve una historia sin fin a causa de no tener un plan fijado o se resuelve con materiales o mobiliario que no nos satisfacen y llevan a que esta, una tarea sencilla para estar mejor, se convierta casi en una pesadilla.

Remodelar es un desafío, el cual será más fácil de sortear si se evitan los errores conceptuales típicos.