Estar seguros con los niños en vacaciones

Cuando llegan las vacaciones, este ansiado descanso esperado por niños y adultos en el grupo familiar, todo parece alegría y buena onda sin importar nada más que el disfrute 24/7. La idea es genial, y posiblemente nadie quiera presentar objeciones al respecto, sin embargo, para ello hay que estar atentos a aspectos concretos.
hace 1 año, 2 meses
Estar seguros con los niños en vacaciones

Entre esos aspectos a cuidar están los niños y los adultos mayores que forman parte de la familia. Seguro está tentado de responderme que no hace falta que se aclare nada puesto que los 365 se vive por y para ellos, y la verdad es que todos en CompreSeguros.com nos alegramos por ello, no obstante…

No obstante, en la estación de verano las cosas cambian y, aunque no se quiera, hay factores que no los manejamos por lo que estar seguros y atentos es una condición que debe potenciarse en esta fecha.

Aquí, hablaremos de los cuidados indispensables a los que es necesario estar atentos con los niños en vacaciones.

8 consejos para que los niños estén seguros en vacaciones

En vacaciones suele suceder que las personas se relajan un poco en cuanto a las medidas de seguridad y cuidado para con los niños, no es en todos los casos claro está, pero luego los medios de comunicación y las redes sociales retratan realidades que se podrían haber evitado.

Es importante destacar que las distracciones no se dan en todas las personas o familias, pero ninguna está exenta de pasar un mal momento que, tampoco, tiene siempre las mismas consecuencias o niveles de gravedad.

Desde travesuras hasta irresponsabilidades todo tiene sus consecuencias, por tal motivo los especialistas recomiendan 8 consejos para que los niños estén seguros en vacaciones:

Traslados en los vehículos: los especialistas recomiendan que nadie, por ningún motivo, se relaje en lo que respecta a la seguridad de los niños en los vehículos. Esto se entiende en cada detalle por pequeño que pueda ser, por ejemplo, asumir que si la distancia es corta no hace falta sentarlo en la sillita si es bebé o con cinturón de seguridad si es un poco más grande. Infaltable es la respuesta de aquellos padres que llevan a los menores en sus faldas o incluso en las de quien maneja porque se “va despacio”, “se va aquí nomás”, “le estoy enseñando a hacerse hombre” o “este es un pueblo tranquilo”. Los accidentes vehiculares, y más aún los que involucran a menores de edad, no se toman vacaciones.

¿Quién lo cuida?: otro factor que no es interesante poner a prueba, sobre todo si se entiende que esto puede no dar segundas oportunidades, es el hecho de asumir que nada malo le ha de pasar a un menor o no hay que “sobreprotegerlo tanto” para darle su espacio. Con la excusa de ver crecer a los niños se invoca, en ocasiones, su desprotección cuando no está bajo la supervisión de nadie o incluso cuando se hace mal porque queda bajo la guarda de otra persona que no está en condiciones de asumir la responsabilidad ¿Quiénes no están en condiciones de cuidar de niños?, las respuestas son muchas y dependen de cada grupo familiar, pero las invariables son otros niños, ancianos con problemas severos de salud y animales.

Cuidado con las mascotas: nunca está de más recordar que las mascotas no pueden estar con los niños sin la compañía y supervisión de un adulto responsable. Incontables son los videos para reírse en las redes sociales en los que un gato araña a un niño, de la nada o en su propia defensa, o perros que revuelcan a chicos de corta edad porque están jugando, pero definitivamente la culpa no es siempre de los animales. Los médicos veterinarios hablan mucho al respecto en relación a los riesgos que implican los animales, como puede ser creer que un perro por ser de la familia puede estar con un niño sin problema o que en vacaciones un menor sin experiencia puede montar un caballo como una actividad recreativa sin riesgos.

Son vacaciones y se las disfruta todo el día: esta concepción utilitarista de las cosas se aplica también en el momento de ocio y esparcimiento por el cual tanto se ha trabajado y sobre todo no ha salido gratis, por tal motivo las vacaciones se viven 24/7. Esta es una realidad que puede verse en parte como hablamos en 8 consejos seguros para arrancar las vacaciones donde hacíamos mención de la importancia que tiene el hecho de concientizarse para poder disfrutar a piacere, pero otra, y la que necesitamos abordar ahora, es la de no tomar precauciones por ejemplo del sol y el calor. El uso de protector solar, explican los pediatras y dermatólogos, no debe verse como una opción ni tampoco como una cuestión estética sino como una forma de proteger la salud, pero al mismo tiempo es necesario hacer descanso donde los niños puedan hidratarse, alimentarse de forma saludable y bajar la excitación a la que lo somete el ambiente en el que se encuentra. Las vacaciones no son gratuitas ni baratas, pero peor es tener que suspenderlas por cuestiones evitables como golpes de calor en los niños.

El agua la bendición del verano, pero un riesgo en potencia: hablar de vacaciones casi siempre genera esa imagen mental de las personas fuera de su hogar. Los lugares elegidos suelen ser el mar con su particular atractivo, pero también los ríos, lagos y lagunas de distintos destinos turísticos que cuentan con ellos. Sin embargo, el agua también está presente en los domicilios, por caso en las piletas de lona o las de material que elevan el nivel del patrimonio, la presencia de agua requiere de responsabilidad para con los niños y el riesgo que cada forma de presentación tiene en particular. Desde acordonar la zona en los ríos, verificar las condiciones del mar, hasta colocar rejas en el perímetro de las piletas, son cuestiones fundamentales para que el agua sea sinónimo de bendición de verano. Los expertos advierten que siempre que se extravíe un niño y haya agua cerca, este es el primer lugar en el que se debe buscar sin demoras.

Estaba acá: y luego comenzaron las palmas y “se perdió un niño” o el más famoso y viral “Eduardo… vení a buscar a Juan Cruz”. Lo cierto es que esta es una de las situaciones más riesgosas y no se da solo en el verano, pero si se ve potenciado por la cantidad de personas que pueden juntarse en un mismo momento. La situación de extraviar a un menor da para un artículo en sí mismo, pero convengamos que puede quedar en la anécdota o bien desatar un momento que nadie está preparado para transitar ni mucho menos desea vivir. En ocasiones suele decirse que esa libertad para no llevar los niños de la mano depende de la propia relación y formas de comportamiento, lo cierto es que para estar seguro lo mejor es de la mano y a una distancia menor a un brazo para poder reaccionar a tiempo.

Todo lo que los chicos pidan: hasta aquí hemos hablado pensando en riesgos que están asociados con bebés e infantes, pero también es necesario atender a aquellos que vienen de la mano de la búsqueda de conocer los límites (muchos de ellos a riesgo de hacer cosas que no se deben). Un ejemplo desafortunadamente más repetido de lo que se desearía son los niños y adolescentes manejando cuatriciclos. Hablar de los peligros tiene que ver también con la irresponsabilidad que resulta jerárquica y desciende del padre que no pone límites a sus hijos, por no verlo peligroso, para no ganarse su enojo o sencillamente para que no molesten por un rato.

No son todos buenos: decía Felipe, el temeroso y existencialista personaje de Mafalda, porque algunos de los chicos que conformaban el grupo tenía que hacer de malos jugando a los “cowboys e indios”. En la vida real los buenos existen y los malos también sin necesidad de un guión que asigne los roles. Estos malos de la vida real, lejos de la magia creativa de Quino, se aprovechan también de los más pequeños para hacerlos víctimas de la inseguridad a través del robo de bolsos, dispositivos tecnológicos como tablets y teléfonos celulares, cuando no automóviles con las criaturas adentro. Es indispensable que los adultos se pongan a pensar a qué riesgos se expone a los niños cada vez que se les da, por estos días, un elemento que los entretenga y distraiga en la vía pública o lugares abiertos, en una sociedad con malos de verdad.

Estar seguros con los niños en vacaciones es posible y no es necesario pensar que todo estará mal, no es esa la actitud más inteligente. Seguro los niños de diferentes edades harán amigos en la plaza, practicando deportes como el vóley, fútbol o dando vueltas en la bici y está bien que así suceda, pero lo importante está en que siempre haya cerca un adulto que supervise para disfrutar 24/7, pero estando atentos a aspectos concretos.