¿Es más seguro un cliente informado que se va o uno desinformado que se queda?

Hace poco tiempo entrevistaban a un joven empresario relacionado con la venta de autos usados en las plataformas y le consultaban sobre las formas que él y su equipo tienen de trabajar.
hace 1 año, 5 meses
¿Es más seguro un cliente informado que se va o uno desinformado que se queda?

Una de las cuestiones que se mencionó en la conversación es el hecho de formar y capacitar a los nuevos empleados. La visión que planteaba el periodista es que, si esto no es una medida riesgosa ante la posibilidad que los empleados, una vez que han sido formados en diferentes herramientas o habilidades, se fueran a buscar nuevos horizontes y el empresario del rubro automotor respondió que más peligroso era no formarlos y que se queden.

Curiosamente esta misma lógica se puede aplicar a la relación entre los asegurados y las compañías aseguradoras.

¿El cliente siempre tiene la razón o esta le pertenece a la compañía aseguradora?

Quizás hasta el cansancio hemos escuchado aquel viejo axioma que sostiene que el cliente tiene siempre la razón.

Ser un comerciante o un empresario exitoso en esos casos significaba ver la forma en que siempre, y bajo cualquier circunstancia, se le pudiera brindar la respuesta que dejara contento al cliente.

Luego en el terreno de la realidad práctica, más de una organización demostró que no estaba de acuerdo con esta sentencia y no haría mucho por remediarlo. Sucede que estas tienen a su favor el poderío económico, la última palabra y, en más de una ocasión, saberse la “única” alternativa viable en un lugar y momento determinado.

Por suerte, pero también por reflexión y trabajo bien orientado, esta política de ganadores y perdedores se ha revertido de manera significativa. Ahora ya no tiene que ganar el cliente y perder la compañía o viceversa, cada vez más se apuesta por la posibilidad de ganar-ganar.

Esta nueva concepción deja de lado actitudes como el capricho y la extorsión para que la conversación pueda llegar a un buen puerto.

¿Un buen puerto al que llegamos todos juntos?

Sin dudas poder tener asegurados que no se rijan por la lógica “pago y por eso tengo razón” o aseguradoras que se hayan quedado anclada en los principios del siglo pasado, permite que se comprenda que a partir de la posibilidad ganar-ganar nadie está obligado a resignar su posición.

A través del diálogo en el que se puede poner en juego las necesidades de los asegurados de hoy en día y las posibilidades de satisfacerlas de parte de las aseguradoras, es que una alternativa posible es dar las gracias y seguir por separado el camino sin que esto signifique enojos ni ofensas, más allá del tiempo que haya durado la relación.

Contratar todos los seguros en una misma compañía o bien uno en cada firma representan alternativas válidas y muy utilizadas, ambas, en la actualidad. Cada cual tiene sus ventajas y desventajas, dependiendo de la óptica de quien lo evalúe, lo importante es aceptar que se estará en el mismo vote solo si prima la noción ganar-ganar en todo momento.

La predisposición para dialogar lleva a que los asegurados puedan estar conformes y sobre todo tranquilos respecto a los diferentes productos que tienen que contratar de manera obligatoria como el seguro de auto o el seguro de moto, pero también sentirse con la confianza para solicitar otros voluntarios como el seguro de vida o el seguro de viaje.

Por su parte para las compañías de seguro representan una forma clave de no bajarse nunca de la posibilidad de ser quien le brinda la póliza que cada cliente necesita porque, aunque puedan llamarse igual o de forma muy parecida, no todas son lo mismo ni los clientes buscan solo coberturas.

¿Qué más se puede querer además de coberturas?

Las personas están cambiando su perspectiva respecto a las compañías de seguro por diversas cuestiones como por ejemplo el pos pandemia que ha pintado un nuevo y complejo panorama en el que se ha vuelto imperioso pensar en el hoy, pero más allá también.

Otro motivo que ha dado un giro en la interpretación que se hace de las aseguradoras es su propia forma de mostrarse a la sociedad, transmitiendo sus principios y valores, pero también la forma en que estos cobran sentido en productos que no son otra cosa que propuestas concretas.

Estas, que solo representan una pequeña porción de variables que han entrado en juego, llevan a que los clientes de todas las edades y todo el país, den una oportunidad a los seguros en su vida cotidiana.

Se aseguran mascotas, bicicletas, teléfonos celulares y mucho más, pero con la concepción concreta que no solo está pensando en coberturas, sino que se anhela vivir experiencias.

¿Qué experiencias se quieren vivir? Ahí entra una vez más el diálogo ganar-ganar que pone en plan de conocerse a los asegurados con las propuestas que tienen para ellos las diferentes firmas que hoy forman parte del mercado asegurador nacional.

Dicho de otro modo, hoy por ejemplo el seguro de salud, para hombres y para mujeres porque están ambas propuestas de forma específica, da ciertas coberturas que pueden ser “obvias”, pero también otro tipo de respuestas tales como guiar a los asegurados a una vida sana y que a su vez esto pueda reflejarse en lo que se paga mensualmente.

¿En qué se relacionan los seguros y la capacitación?

La relación entre los seguros y la capacitación es más que notoria hoy en día y es el broche de oro a este nuevo tipo de relaciones en la que es posible creer, confiar y crecer.

La formación y capacitación no tiene que ver de forma exclusiva con la que cada compañía pueda brindarles a sus productores-asesores sino más bien con la que estas puedan generar puertas afuera para llegar a todas las personas interesadas.

A través de esta apertura se da un proceso más que interesante en el que no solo llegan clientes buscando el seguro más económico, sino que entienden todo lo que un seguro representa en sí mismo y la óptica cambia de forma drástica.

Los seguros económicos no son malos bajo ningún punto de vista, pero sí hay que tener presente en qué aspectos generan esa reducción de precio. Teniendo esto en cuenta es que los clientes están en condiciones de poder elevar el nivel del producto que requieren de acuerdo a sus gustos, posibilidades, formas de ver las cosas y etapa de la vida que atraviesan.

Una vez que los clientes entienden la importancia de los seguros y las distintas opciones que hay disponibles están en condiciones de contratar la póliza que más les convenga o bien que quieran cotizar online o presencial en otras compañías.

Quizás sin quererlo habrán aportado a que se logren clientes adultos y responsables en cuanto a sus elecciones que, tal vez, contraten el seguro en otra compañía y estará agradecido de toda la información que le haya podido brindar.

Peor sería que no lo informe como es debido y aun así decida contratar un seguro, sabiendo que ante cualquier cosa que no sea como lo esperaba estará disconforme con los productores, la póliza, la aseguradora y el mercado en general.

¿En qué se relacionan los seguros y la capacitación? En mucho más de lo que pueda vislumbrarse en un primer momento, pero sobre todo en lograr asegurados que creen, confían y crecen.

El cliente tiene siempre la razón ¿o podría?

Desde CompreSeguros.com entendemos que es fundamental que todas las personas, negocios y empresas que a diario se ponen en contacto con nosotros solicitando información y asesoramiento puedan sentirse cómodos de manifestar todas y cada una de sus inquietudes para lograr darle recomendaciones que sean realmente valiosas.

Ahora bien, como cliente cada vez que solicite información respecto a cualquier póliza debe estar preparado para aceptar que no siempre tiene la razón y eso no está mal.

Sí es un problema si a cualquier cosa que manifieste le digan que sí y a usted le genera ciertas dudas.

Es esencial poder diferenciar a las compañías con las que trata y cómo cada una hace palpable todos los eslóganes que adornan su comunicación ¿A qué vamos con esto? A que los clientes no siempre tienen la razón, pero de acuerdo a los principios, experiencia, capacidad y flexibilidad, por mencionar algunas, las aseguradoras pueden acercarse más o menos a esas ideas primeras que cada hombre y mujer tiene respecto a lo que quiere que le brinden.

Si quiere estar seguro con su póliza, acepte que puede no tener siempre la razón, pero anímese a recurrir a productores especializados y con años de experiencia como lo son quienes conforman nuestro staff, para poder indagar cuán acertado puede estar, cuanto tendrá que ceder y qué aseguradora será la que esté en las mejores condiciones de asegurarlo porque estos son tiempos donde es riesgoso mantener vivas viejas prácticas, como ser el dueño de la verdad.

¿Es más seguro un cliente informado que se va o uno desinformado que se queda? Parece más que obvia la respuesta, pero esta queda a criterio de cada lector.