Elegir el seguro como una pareja

Cuando las parejas se miran y dicen “sí quiero, sí acepto” la alegría es inmensa. Los flashes de las fotos van a mil, los presentes ríen y aplauden. Algunos invitados lloran, algunos de alegría y otros no tanto. Todo son chistes y hasta hay quienes comienzan a cantar y bailar como si no hubiese un mañana.
hace 2 años, 2 meses
Elegir el seguro como una pareja

Todo parece un instante y que el tiempo se ha detenido. Así es ese momento del sí quiero, una promesa que, aunque no sea para toda la vida, por lo menos, debiera ser por mucho tiempo.

Esa es la consigna, pero para que ello suceda es indispensable pensar los momentos previos y también poder anticiparse a lo que puede venir para esa relación.

Lo mismo sucede con las personas y su compañía de seguros y pólizas, ese sí acepto en la firma de una póliza es un instante que, al igual que una pareja, puede pensarse para atrás y para adelante.

En este artículo te contamos esos detalles claves que se parecen mucho entre elegir un seguro y una pareja, para que todos rían, canten y bailen, pero sobre todo para que la relación sea confiable y duradera.

Seguros como una pareja sin ilusiones

“Seamos realistas pidamos lo imposible” es una frase que de tan utópica parece haber hecho mucho daño, casi como la actual “si quieres, puedes”. Estas aseveraciones en las parejas son muy comunes porque se esperan cosas grandilocuentes y cambios que nunca se dan, lo cual va minando cualquier relación si no se habla y se corrige.

¿Cómo se asemeja esto con los seguros? La correlación se da en la esperanza de que si se cree algo o se repite por ahí (redes sociales, por ejemplo) se vuelve realidad, y esta insatisfacción solo genera un gran desasosiego.

Dicho de otro modo, las pólizas hay que leerlas con tiempo y si es necesario consultar con profesionales que aclaren dudas porque el riesgo de no hacerlo es muy grande. Las coberturas y servicios que no están especificados en el contrato ¿por qué deberían ser prestados luego? Aquello de que “no importa, lo quiero igual” puede ser una decisión cara y amarga tiempo después.

A no desesperarse que la situación no es tan mala como parece, si un seguro determinado no le convence tenga presente que en el mercado hay muchos más. Alguno podrá colmar cada una de las expectativas que se tienen, o por lo menos dejar en claro qué cosas son imposibles y no se podrán lograr por mucho que se quieran.

Una sociedad segura abierta al diálogo

Para que toda pareja prospere es necesario poder dialogar de manera adulta de todo, sin temores.

Quizás esté tentado en decir “pero ¿y cuál es la novedad de esto?” Pues que no todas las parejas se construyen en igualdad de condiciones o por lo menos con los roles claros o las reglas de convivencia bien establecidas y lo más probable es que gane el silencio, la desconfianza o esas charlas donde se compite y discute hasta por nimiedades.

Algo parecido puede suceder con la compañía de seguros si los clientes no las terminan de comprender.

¿Se puede pensar que todas las firmas configuran de una misma manera la imagen de los asegurados?, ¿es lógico creer que tienen el mismo sentimiento hacia los clientes? Y si son todos iguales ¿cómo se relacionan?, ¿todas quieren dialogar?, ¿alguna maneja la culpa o el temor como estrategia?

La elección es muy fácil, se tiene que elegir la compañía de seguros en la que, más allá de la cara de la persona con la que se habla, el discurso sea siempre el mismo. Pero no solo por su coherencia, sino también por la tranquilidad que esta infunde.

Si luego de elegir la cosa cambia, si hablar se vuelve dificultoso, si la charla suena a extorsión, traición o abiertamente no es franca, será necesario aceptar que quizás la relación no debe continuar.

Ser franca o no ser nada

Muy emparentada con el punto anterior es que toda pareja que desea que la relación funcione tiene que ser franca en todo momento, sin dudas ni eufemismos.

Así como los clientes tienen que poder expresar de manera abierta todos sus requisitos y posibilidades, las compañías también deben bajar las cartas para explicar, por caso, cuánto cuesta una póliza acorde a las necesidades o qué piensan de dichos requisitos.

Este es un detalle muy particular, por caso cuando se cotiza de manera online un seguro de auto, porque algunas compañías de seguros toman aspectos como la edad del asegurado, el sexo, su lugar de residencia o la marca de su vehículo como factores que hacen al valor final de la póliza y así lo manifiestan. Esa explicación puntual ¿en otras compañías no es relevante o solo no se dice?

Lo que se debe esperar de una relación con la aseguradora es una de total confianza y, para ello, es indispensable que la verdad sea dicha siempre, aunque duela, de otra forma se cae en las expectativas que no son satisfechas o los malos entendidos por acumulación de supuestos.

Un seguro de confianza

Es claro que no alcanza con solo decir prometo tener confianza o yo soy confiable para que esto sea así. La confianza es una relación que se va construyendo de manera lenta, pero sin pausa cuando este es el objetivo primordial.

Una compañía de seguros es confiable cuando cada cosa prometida es cumplida en tiempo y forma, pero también es confiable si acepta que lo solicitado por una persona puede tener otro precio o incluso que la compañía no quiere o no puede cubrir. Explicar los motivos de las decisiones a los clientes es más importante que solo brindar el seguro más económico.

De parte de los asegurados esa misma confianza se demuestra, entre otras cosas, notificando a la compañía si cambia de domicilio, si realiza cambios en su vehículo asegurado o incluso si está pensando en darle otra utilidad al automóvil.

Quizás pueda pensar que estas son cuestiones obvias de parte de los asegurados, pero se sorprendería de la cantidad de personas que no lo ven así.

La falta de confianza, fundada o no, entre los clientes y sus compañías de seguro pueden hacer de una excelente cobertura de autos o de hogar, un fiasco de pies a cabeza por cosas que no se resuelven a tiempo de la manera debida.

Una relación que no da para más

Como es sabido por todos, las parejas no son las mismas porque la constante del ser humano es ir cambiando. Se cambia porque se crece, porque cambian los intereses, los gustos, las posibilidades, entre tantas otras razones más con la consecuente modificación de objetivos.

En esa situación puede suceder que la pareja se replantee su continuidad y sus metas, pero también que se agradezca por el tiempo juntos y se dé por concluida la relación.

Entre los asegurados y sus pólizas pasa exactamente lo mismo, el tiempo suele pasar factura al patrimonio que se desea proteger y asumirlo es un factor clave para estar seguro.

Los seguros de autos están diseñados a partir del origen del vehículo, la zona de residencia del titular o la antigüedad del mismo, se quiera o no hay que saber ajustarse a la realidad que no siempre permite tener todo lo que se quiere.

Lo verdaderamente cierto de todo esto es que, en cada etapa de la vida de los asegurados y sus vehículos, por ejemplo, hay excelentes seguros disponibles al alcance de las posibilidades y requisitos de cada cliente.

En este sentido los cuadros comparativos entre las diferentes coberturas brindadas por una misma compañía suelen poner blanco sobre negro la viabilidad de continuar la relación, comprendiendo cuál es el compromiso y posibilidades disponibles.

Tal vez la cobertura adecuada esté en la misma compañía aseguradora de siempre o quizás, se encuentre en otra.

Seguro que hay amor a primera vista

En las relaciones humanas hay amor a primera vista casi en la misma cantidad que lo hay después de mucho ir y volver, trabajar y trabajar. En la relación entre los clientes con las compañías de seguro pasa algo parecido desde el punto de vista que hay personas que no están interesadas en buscar por mucho tiempo la mejor póliza y optan por la primera y/o más económica.

Pero hay otros que optan por el seguro que está de moda. Esto tiene grandes ventajas como el hecho innegable de que todo parece estar expuesto y mucha gente no puede equivocarse.

El aspecto negativo de tener amor a primera vista con una compañía de seguros y sus pólizas es perder la objetividad por caso para comprobar si realmente es la mejor o la más adecuada para la realidad que se desea cubrir.

Este artículo de parejas y seguros es pertinente para este momento en el que hombres y mujeres parecen movidos a vivir la experiencia de los famosos amores de verano en la que todo es lindo, música y baile, pero que, trasladado al mundo de los seguros, la elección se debe hacer pensando en el mañana, pasado y los años por venir también.