El primer automóvil de la historia

Nuestro espacio de noticias es un reflejo de las solicitudes de los clientes, por lo general, contamos a través de diferentes artículos los beneficios y prestaciones de los seguros. En esta ocasión el tema que nos congrega tiene que ver más con la historia, la de los automóviles en el mundo.
hace 3 años, 1 mes
El primer automóvil de la historia

Cuando se comienza a investigar sobre los primeros coches diseñados, no hay una coincidencia de fuentes que nos sitúen en el mismo lugar y tiempo. Así es como desde CompreSeguros.com podemos hablar del primer automóvil a vapor, del primero en ser eléctrico, el primero con motor de combustión y muchas primeras versiones en lugares remotos, en los que la construcción se realizó totalmente artesanal y sin documentación que la avale.

Así y todo, un recorrido por el diseño automotor siempre es una excursión prometedora. Desde el invento de la rueda, las personas han buscado facilitar sus tareas a través de instrumentos que trasladaran diferentes pesos y a ellos mismos. La fascinación por los vehículos ha estado presente desde el comienzo de la sociedad.

Los primeros coches y carretas utilizaron la fuerza de los animales para permitir que los viajes se hicieran realidad, pero la tecnología de trenes y barcos siempre inquietó a los creativos ingenieros para llevarla a escala haciendo posible la llegada del automóvil.

El primer registro del auto

El antecedente documentado del primer automóvil es el Benz Patent-Motorwagen como reza su patente del año 1886, el año anterior el inventor Carl Benz lo dedicó de lleno al diseño de este modelo con un motor a combustión interna, más que revolucionario para su época.

Para sorpresa de algunos, este primer auto no estaba erguido sobre cuatro ruedas, sino sobre tres grandes esferas con rayos de acero, posee una estructura de madera y un sillón doble para quien conduce y uno o dos acompañantes, según la contextura física.

Entre las dos ruedas traseras, debajo y atrás del asiento, se sitúa el motor a explosión que posee una rueda horizontal con manija (volante de arranque) para hacerla girar y darle empuje al primer motor de automóvil de la historia. Como todo auto que se precie de tal tiene un sistema de dirección, frenos y suspensión que por ser pioneros se trabajará sobre ellos para hacer los avances más seguros y oportunos para las prestaciones buscadas.

¿Con qué contaba el primer motor?

El pionero motor de Motorwagen fue el monocilíndrico de cuatro tiempos creado por Benz de 954 centímetros cúbicos. El funcionamiento iniciaba con el encendido de la bobina y tenía una producción de 2/3 caballos a 250 rpm, según datos de la Patente del Motorwagen, pero luego se realizaron pruebas en la Universidad de Mannheim que demostraron que era un motor capaz de alcanzar 9 caballos a 400 rpm.

Para la época que estamos hablando este era un motor extremadamente ligero, tenía un peso aproximado de 100 kilogramos. El contar con un volante horizontal le facilitó la tarea de estabilizar la potencia de salida del motor monocilíndrico.

En la parte trasera se utilizaron resortes totalmente elípticos con un eje activo y un mecanismo de cadena en ambos lados para garantizar el movimiento estable. Además, Benz ideó un sistema de correa simple que tenía el objetivo de transmitir una velocidad única al auto que variaba el par entre un disco abierto y un disco de unidad. La posibilidad de brindarle dirección al vehículo se logró mediante una cremallera sin muelles que permitía girar la rueda delantera.

¿Cuál fue la primera travesía en auto?

El inventor Karl Benz puso todo su ingenio en el diseño del vehículo, pero quien hizo la primera prueba de lo que este automóvil podía lograr fue su esposa Bertha que sabemos, por lo arriesgado de la aventura, tenía una fe ciega en lo que su marido podía construir. Este hecho también se puede afirmar ya que fue ella la que sustentó económicamente el desarrollo de este primer auto, pero en ese tiempo no podía ser la titular de la patente, por ser mujer y además estar casada.

El primer viaje en automóvil se trató de la visita de Bertha a su familia en Pforzheim que desde Mannheim, donde residía con Karl, la separaban unos 106 kilómetros por los caminos para carruajes de la época.

Emprendió el viaje al amanecer con dos de sus hijos y sin que su marido lo supiera, pues era una manera de demostrarle lo que su invento podía lograr, ya que Karl se sentía reacio a continuar la comercialización del Motorwagen.

Partieron al amanecer y casi llegado el crepúsculo Bertha pudo enviar un telegrama a casa para avisar a su esposo lo que había logrado.

Pruebas, errores y recalcular

Durante el viaje que realizó Bertha con sus dos hijos adolescentes probaron el alcance que el automóvil tenía para el común de la gente y las facilidades que implicaba contar con un vehículo que permitía realizar viajes que atravesaran el país en un solo día.

Esta travesía tuvo logros muy significativos. Por un lado, la publicidad del evento logró disipar cualquier duda que Karl hubiera podido tener sobre darle continuidad al proyecto; por otro lado, la travesía dejó al descubierto algunos inconvenientes que promovieron mejoras en el vehículo.

El motor funcionaba con 4,5 litros de gasolina que en ese tiempo se llevaba en el carburador, era un destilado llamado ligroína y solo se conseguía en boticas, que eran las farmacias de entonces. En caminos empinados, los hijos de Bertha debieron bajarse a empujar el automóvil, además tuvieron problemas con un cable eléctrico pelado por completo y la mujer decidió cubrirlo con su liga para continuar la travesía. Un alfiler de cabello le sirvió para reparar el sistema de ignición y con el broche de su sombrero limpió el conducto de combustible bloqueado.

Cada uno de estos eventos facilitó una nueva mejora del modelo original que fue introducido en este y otras versiones demostrando lo oportuno de realizar viajes de prueba para conocer las prestaciones de cada auto.

El principio de una industria

Más allá de anécdotas, ejemplos de tenacidad, trabajo y decisión la historia de este primer vehículo marca el nacimiento de una industria. Este evento fue la inspiración que muchos estaban necesitando para darle vuelo a ideas y diseños que dormían en algún cajón.

Quienes tenían el dinero para invertir se aliaron con quienes tenían las ideas innovadoras sabiendo que la industria automotriz era un gran proyecto en el cual valía la pena invertir tiempo, capital y esfuerzo.

Por supuesto, la respuesta del público general y la aceptación de la gran mayoría también suponían un aliciente a continuar apostando por la construcción y diseño de vehículos.

A los autos los maneja el diablo

Desde siempre hubo detractores de los vehículos, algunos veían en los motores el accionar del demonio porque sin esfuerzo humano ni animal esas máquinas se movían como por arte de magia o de alguna entidad maligna.

Por fortuna, estos pensamientos llevaron a que los diseñadores de autos agregaran a sus diferentes modelos sistemas de seguridad vial que con el tiempo fueron evolucionando, haciendo a los autos más seguros para usuarios y terceros transeúntes.

Por ello, podríamos decir que esta desconfianza provocó el nacimiento de elementos como el cinturón de seguridad, la bocina y los seguros ante terceros.