El arte de estacionar

En una catarata de mensajes pícaros y elocuentes muchos bromearon y fueron capaces de poner su dedo mordaz y acusador sobre otras personas, sin embargo ninguno reconoció su dificultad para realizar esta tarea de manera correcta.

Es mi auto y lo estaciono como puedo sacó a la luz la dicotomía que se presenta al pensar la satisfacción que implica manejar con la angustia que implica tener que estacionar, ni qué decir cuando esto se hace en espacios reducidos o la ansiedad de los demás parece ser poco menos que un ataque.

Entre bocinazos, miradas, gestos y algún improperio, estacionar es al auto como planchar a quienes gustan de estar pulcros y siempre bien vestidos. Estacionar implica dos aspectos claves a tener en cuenta, por un lado la propia inseguridad y falta de pericia de parte del conductor y por otra las particulares características del vehículo y el lugar donde se quiere estacionar.

Este artículo está destinado a todos aquellos conductores que se atreven a señalar, pero no se animan a reconocer sus posibilidades de mejora y de pedir ayuda.

Primero la persona

Lo primero a resolver en esta situación es el hecho de asumir la responsabilidad que a cada uno le corresponde, dicho de otra manera cada hombre y mujer tiene que saber que el vehículo, por más moderno que sea, no hará las cosas por sí solas.

Este detalle resulta muy importante porque implica tener confianza en las habilidades propias, pero no desde una postura ideal sino totalmente práctica. Saber manejar implica también saber estacionar en las condiciones que toquen, tanto si se está en una zona casi desierta o en esos lugares en los que hay que tener precisión de cirujano.

Probablemente sienta que no estamos diciendo nada nuevo, pero lo importante es que estos aspectos hay que remarcarlos hasta que de verdad sean interiorizados.

Entre otras cuestiones a tener en cuenta para superar el temor a estacionar mal es conveniente aceptar que es una tarea indelegable y como tal hay que ponerle toda la buena onda posible.

Gracias a esta actitud indispensable es más fácil ponerse a practicar tantas veces como sea necesario y para que el ambiente sea el propicio es importante poder detectar aquellas personas y/o elementos que favorecen su concentración.

Desde una persona de confianza al lado, la elección de una zona tranquila, escuchar su banda preferida hasta brindarse premios por sus logros, todo ayuda a la hora de ganar confianza para estacionar y son recursos utilizados de manera cotidiana. Por el contrario, en un principio, es necesario huir de los horarios picos, las zonas densamente pobladas o incluso poco seguras y a las personas que solo aportan estrés.

A medida que se gane experiencia se podrá complejizar la tarea, pero siempre es conveniente ir de a poco, pero ir.

Su auto y su técnica

Con toda la teoría estudiada es hora de animarse a aplicarla y para ello es importante tener en cuenta las particularidades de su vehículo las cuales, sin dudas, hacen al hecho de poder estacionar de manera eficiente como por caso el tamaño de la luneta, la ubicación de los espejos o la sensibilidad al frenar.

Vehículo y técnica son tan propios como el seguro de auto que se posee, por ese motivo es indispensable que se conozca cada detalle que hace al hecho de poder estacionar siempre bien.

Desde CompreSeguros.com le recomendamos que tenga en cuenta este factor al momento de elegir un seguro, es conveniente que invierta en todo aquello que le permita cuidar y disfrutar de su auto, incluso si lo tiene que estacionar en un espacio reducido.