Disfrutar seguro del río ¿es posible?

Cuando se piensa en las vacaciones muchas veces la postal se pinta con agua y qué mejor si esta es de un lindo río de los tantos que hay en la República Argentina. Desde lechos casi secos hasta otros muy caudalosos, anchos y angostos, bajos y muy profundos, los ríos pueden ser la opción ideal para quienes desean sentir que salieron de vacaciones.
hace 1 año, 4 meses
Disfrutar seguro del río ¿es posible?

Quizás a la popularidad y atractivo que poseen los ríos solo puedan tener de competidor el mar de nuestra costa nacional. Pero ese ya es otro contexto con una postal bien diferente a la hora de pensar el mejor destino para encontrarse con la naturaleza y, sobre todo, con el agua.

Tan importante resulta el río para buena parte de los turistas que deciden salir de su rutina, cargar su vehículo de todo aquello que es necesario para pasarla bien y elegir un destino que puede convertirse en un factor decisivo, más fuerte que toda la campaña de promoción que se pueda haber hecho pre temporada.

Vaya si es fuerte la importancia de los ríos, que de acuerdo a lo relevado en diferentes oficinas de turismo confiesan que antes de consultar precios prefieren preguntar cómo se encuentran los arroyos del lugar.

Los ríos pueden atraer o resultar la confirmación que hombres y mujeres esperan para decidirse, pero es necesario hablar de los aspectos de seguridad que no siempre son respetados como corresponde.

Un río hace a un destino seguro

Cuando se piensa en las vacaciones, por lo menos desde la cuestión teórica, la opción debería llevar a pensar ¿se está en condiciones de salir o conviene más quedarse en casa?

Para todas aquellas personas que deciden que están en condiciones de salir, entiéndase por esto que han analizado diferentes aspectos como la financiación de la salida, tienen que tener en cuenta si el río les agrada y, de ser así, qué esperan de este.

Algunos destinos turísticos cuentan con variedad de ríos, no solo en cantidad sino también en características, pero otros tanto cuentan con una sola opción. Pensar en lo que significa el agua y las innumerables posibilidades para los turistas, y lugareños también, marca la pauta de cómo se puede pasar ese momento de esparcimiento.

Por caso, hay destinos que cuentan con ríos que tienen extensas playas de arena donde las personas más jóvenes realizan diferentes actividades deportivas como jugar al fútbol, vóley y la vida al lado del río se extiende hasta altas horas de la noche con guitarras y fogones de por medio.

Otros, en tanto, resultan la opción ideal para aquellas personas que gustan de tirarse de las piedras realizando piruetas por la profundidad que logra el río en ciertos lugares, pero que por este mismo motivo suelen no ser convenientes para nadar por el riesgo de accidente que esto implica.

Hay otros ríos que tienen agua muy fría por el follaje de los arboles que cubren gran parte del recorrido y solo son escogidos por valientes o en su defecto en horarios puntuales, como al mediodía.

Así se podrían seguir enumerando posibilidades, pero concluyamos diciendo que existen destinos que cuentan con ríos para andar en kayak o hacer rafting, otros que son absolutamente familiares por sus características y el perfil de turistas que acuden.

Desde CompreSeguros.com queremos que se entienda que un río hace a un destino seguro, pero se deben conocer cuidados y reservas que estos implican.

Para estar seguros hay que hablar y hacer caso

En Cómo vacacionar seguro en carpa hicimos hincapié en prestar atención a las lecciones dadas por la experiencia y el sentido común que, entre otras cosas, indican que no se debe armar una carpa muy cerca del lecho de un río.

En muy poco tiempo las condiciones pueden cambiar, como suele suceder cada año, haciendo que ríos poco caudalosos o incluso secos generen serios inconvenientes a quienes han hecho caso omiso a las condiciones de seguridad requeridas.

Algo similar a lo que suele suceder con las carpas que no están bien ubicadas, es lo que pasa con los turistas que intentan cruzar ríos o vados menospreciando el caudal del agua o creyendo que las características de su automóvil son lo suficientemente seguras como para vivir la aventura (léase correr el riesgo de exponerse y hacer lo propio con su familia, siendo retratado en el próximo video viral del verano).

En este mismo sentido las autoridades locales y nacionales explican que para no ser víctima de riesgos innecesarios es fundamental prestar atención a las señaléticas que indican las condiciones habituales del río y el procedimiento a seguir en caso de cambios como lluvias o crecidas.

Ahora bien, no siempre existe la cartelería que indique la complejidad del paseo que quiere realizar, la profundidad del río o incluso si es zona de remansos, por lo que para estar seguros una medida fundamental es hablar con los lugareños para recopilar toda la información que pueda ser útil y disfrutar del destino elegido.

6 consejos para disfrutar seguro del río

Las autoridades al hacer sus recomendaciones para los turistas en los diferentes destinos siempre tienen que ir ajustando el mensaje a las nuevas y más variadas problemáticas que van apareciendo con el transcurso del tiempo, sin descuidar las clásicas.

Los 6 consejos para disfrutar seguro del río son:

Características del río: este es el primer y más básico consejo al que refieren las autoridades porque establecen que gran parte de los problemas surgen cuando los turistas no caen en la cuenta de las diferencias que tienen estos con otras formas tales como el mar, diques, lagunas y piletas. Este consejo es una suerte de llamada de atención en tanto y en cuanto puede parecer hasta desatinado, pero en la realidad luego se cometen errores que demuestran que es importante, para estar seguros, apelar a la consciencia de los involucrados.

Estar informados: la información que se necesita recopilar tiene dos vertientes. Por un lado, hace referencia a las características habituales del río al que se quiere ir, como puede ser si es profundo o no, si es apropiado para niños o personas adultas, si hay que ingresar con calzado o se puede hacer descalzo, entre otras referencias que ayudan, pero que no evitan que los causes cambien de forma sistemática. El otro aspecto al que hace referencia la información tiene que ver con el hecho de verificar las condiciones climatológicas para poder discernir si se puede ir o no al río, si se prevén precipitaciones o también a qué hora es conveniente retirarse del lugar.

Estar en condiciones de ingresar al río: este consejo va desde aquella vieja condición que todos hemos recibido desde niños que primero hay que esperar hacer la digestión para poder meterse al agua, hasta aquellas exigencias de no beber alcohol y practicar un deporte como la natación. De acuerdo a lo informado por el Gobierno de Córdoba el consumo de bebidas alcohólicas reduce la lucidez de las personas y sus reflejos haciéndolos más vulnerables en el agua, al extremo de ser el causante del mayor número de ahogados en cada temporada.

Seguro y prevenido: aunque no es una práctica común, es necesario pensar antes que las cosas malas sucedan. En este caso, es conveniente visitar al médico de cabecera antes de salir de vacaciones para cotejar que se está en condiciones de realizar la actividad física que se desea, desde trekking hasta otras más exigentes que pueden provocar accidentes personales. De igual manera estar prevenido tiene que ver con el hecho cierto de que muchas personas, de todas las edades, no saben nadar y por eso se recomienda estar en zonas bajas del río e inclusive contar con un palo para medir la profundidad antes de dar el próximo paso.

No se tire y menos de cabeza: al comienzo decíamos que es indispensable entender que los ríos no son piletas y esto implica muchas cosas que no siempre son tenidas en cuenta, por ejemplo, la ausencia de un guardavida que esté velando por los presentes, pero también que la profundidad y características del río pueden cambiar con centímetros de diferencia. Dicho esto, se desaconseja arrojarse al río sin haber analizado previamente y desde adentro que esta práctica no implica un riesgo. De la misma manera, en caso de arrojarse, siempre debe poner sus manos por delante de su cabeza para poder amortiguar el golpe en caso de encontrarse con algún obstáculo.

Los niños a menos de un brazo de distancia: suena a una muy corta distancia y lo es, pero una mayor ya implica un riesgo muy alto si se piensa en la posibilidad que la integridad de los infantes corra riesgo, por su desconocimiento del peligro en consonancia con las distracciones siempre presentes. Siempre que se vaya a un río o un cauce, por más pequeño que este pueda ser, y se extravíe un niño no pierda tiempo y revise primero dentro del agua.

Disfrutar seguro del río no es imposible, siempre que se sigan los consejos de manera responsable.