Consejos seguros para limpiar el interior de su automóvil

Ya hemos contado la importancia que tiene el hecho de contar con un vehículo que esté limpio por cuestiones de salud y ni qué decir si se tiene la esperanza de venderlo bien como un usado que aún puede ser utilizado. No siempre parece que esta sea una tarea que motive a todos por igual, uno de los motivos es que suele verse como tedioso y sobre todo difícil para el fin de semana momento en que la gran mayoría de las personas se hace un tiempo para mirar “su segundo hogar”.

Porque su segunda casa lo representa, siga estos consejos seguros para limpiar el interior de su automóvil.

Limpiar el interior del automóvil es un tema de agenda

Si bien limpiar el automóvil puede que no sea una tarea divertida y estimulante de llevar adelante, es importante comprender que sí resulta necesaria.

Ya sea que lo va a llevar a que lo limpien profesionales o sea su tarea, es recomendable que lo tenga agendado en un lugar que sea visible como los recordatorios del teléfono celular o incluso en la puerta de la salida de su casa.

Los profesionales que se encargan de lavar los autos y brindarle mantenimiento reconocen que es muy común que los propietarios de los vehículos se disculpen por el estado del mismo, pero que argumenten que han tenido otras cosas en la cabeza y se les terminó olvidando.

¿Cómo puede ser que se olvide limpiar el interior del auto si es su segunda casa? Sencillamente las obligaciones diarias, el ritmo frenético de vida y el estrés que generan las responsabilidades hacen que se postergue esta tarea o inclusive se pase por alto porque la cabeza está puesta en otros menesteres.

Por el motivo que fuese, tener el recordatorio siempre a la vista es una forma de volver objetivo el cuidado y la importancia que se le da a la higiene del interior del vehículo.

¿A los autos usados se los quiere menos?

Si hiciéramos una encuesta respecto al cariño que se le tiene al vehículo, salvo aquellas personas que día y noche lo padecen porque cuando no se rompe una cosa se rompe otra, todos dirán que, como mínimo, lo valoran y lo cuidan como tal.

Si le preguntamos a los profesionales, estos tienen una visión un tanto diferente porque ellos sostienen que a medida que el auto envejece buena parte de sus propietarios van cambiando la mirada hacia ellos.

Ese cambio de mirada pasa de un cariño casi comparable con el que siente con una mascota al que se puede tener por una motosierra o licuadora, en el que muchas veces solo se espera de estos que funcionen y con eso todos son felices.

¿A los autos usados se los quiere menos? En teoría no, en la práctica parece que muchas veces la cosa es distinta y la agenda suele dejarlo en evidencia.

¿Cada cuánto limpiar el interior del auto?

¿Cada cuánto limpiar el interior del auto? resulta una pregunta que puede tener múltiples respuestas posibles y cada una de ellas dependerá de lo que se haya marcado en la agenda. Hay conductores que pueden hacerlo una vez por semana o incluso extender esta tarea sin ningún tipo de problemas. Los menos, pero existen también, deciden por diferentes motivos limpiar cada 2 o 3 días el interior de su vehículo como una tarea que se puede hacer alguna vez en profundidad y luego sostener fácilmente a lo largo del tiempo.

Ahora bien, estas cuestiones ideales pueden verse trastocadas de manera drástica de acuerdo a situaciones muy específicas y atendibles como suele ser el cambio de estación y la salud de quienes utilizan el vehículo, la ruta por la que se circula, la edad y el comportamiento de las personas que viajan, el tipo de objetos que se transportan y, sobre todo, los accidentes.

Desde frenadas bruscas, niños descompuestos hasta distracciones y transgresiones a las reglas del propietario resultan cuestiones más comunes de lo que se creen que llevan a que los tiempos de limpieza interior del vehículo deban ser otros.

¿Qué tan limpio tiene que estar el interior del vehículo?

La comprensión de cuán limpio tiene que estar el interior de un vehículo es otro tema en el que las posiciones se dividen en bandos bien atrincherados. Digamos que más allá del tiempo en sí mismo, lo importante es que se haga a consciencia.

Los profesionales que se dedican a limpiar vehículos a diario plantean que es más común de lo que parece que los propietarios tengan buenas intenciones, pero no posean las herramientas necesarias para dejar el interior del automóvil tan aseado como desean, por lo que el tiempo no es un buen parámetro para medir la tarea.

Otro aspecto que se vuelve indispensable analizar es el de aquellos jefes de familia que delegan la tarea de limpiar el vehículo a los más chicos de la casa sin prestar atención al hecho concreto de que estos habitualmente tienen más ganas de ir a jugar que de pasar la aspiradora o sacudir la alfombra, incluso ¿qué chico no está dispuesto a guardar la mugre bajo la alfombra y enmascarar olores con algún desodorante de ambiente?

Una mejor decisión es compartir la tarea para que a los padres les resulte más liviano y efectivo, mientras que para los más chicos puede ser una tarea recreativa que los saque un rato de las pantallas y sirva de aprendizaje como punto de encuentro.

¿Qué tan limpio tiene que estar el interior del vehículo? Puede tener su respuesta de acuerdo a cada familia y al compromiso que se logre generar.

Ideas básicas y seguras para limpiar el interior del automóvil

Toda idea teórica sobre la limpieza del automóvil llega un momento que tiene que pasar a la práctica.

A continuación, le brindamos tres ideas básicas que se pueden aplicar en cualquier tipo de auto para lograr que su limpieza sea algo fácil de llevar adelante.

Empezar por lo obvio: dependiendo de la personalidad de cada conductor y del estado en el que se encuentre el vehículo, el primer y angustiante paso es abrir las puertas y amigarse con el cuadro que se presenta.

Suena tremendista pero algunos conductores procrastinan esta tarea porque implica perderse unas cuantas horas del fin de semana en hacer algo que, si se hubiera encarado antes, tal vez, hubiese sido más fácil o más rápido.

Empezar por lo obvio significa armarse de paciencia y comenzar a limpiar la suciedad más grande que se puede encontrar, desde recibos hasta aquellos objetos que nadie recuerda cómo fue que llegaron allí.

Luego es tiempo de pasar la aspiradora con dedicación y, para evitar que las sorpresas jueguen una mala pasada, es conveniente manejarse con cuidado para no pisar nada que pueda dañarse irremediablemente como anteojos.

Agua y jabón, la receta mágica: una vez que se ha despejado el interior del auto de la suciedad más grande y evidente, los profesionales sugieren que se utilice un trapo con agua jabonosa para aplicar en todas las superficies que lo soporten. Esta instancia no se trata de echar agua por dentro al vehículo sino más bien limpiar de una forma ligera donde no hace falta aplicar productos específicos o hay manchas complicadas de sacar como puede ser café o gaseosa.

Para pedales y demás elementos no removibles que suelen tener cavidades donde se acumula la suciedad se debe aspirar y luego pasar una escobilla lo suficientemente húmeda como para que cumpla su función.

En el interior no todo es lo mismo: los especialistas suelen explicar que los conductores suelen asumir el interior del vehículo como si se tratara de una misma cosa cuando en realidad esto no es así. Pensar las enormes diferencias que puede haber entre los asientos y la guantera o las alfombras y las puertas lleva a que se pueda pensar en la utilización de productos específicos como así también de definir quién limpia qué y cuándo debe hacerse.

Hay cosas del interior que lo puede limpiar un niño sin ningún problema y otras que es mejor dejarlas en manos de especialistas.

Párrafo aparte merece el hecho de ventilar el auto. Puede que este no entre dentro de los consejos para lograr la higiene del vehículo de forma específica, pero siempre resulta un punto en el que se ponen de acuerdo todos los especialistas, sin importar si se trata de un auto 0 km o un usado.

Dejar que el aire fluya ayudará a que el interior del vehículo no huela a pieza de un adolescente, un zoológico y un laboratorio con malos resultados, todo junto bien mezclado.