Cómo se relaciona el conducir seguro con las alergias

En las redes sociales se ha puesto de moda formar bandos de acuerdo a si se prefiere el frío o el calor. “Team invierno” y “Team verano”, como se rotulan, fijan posturas muy claras y no se mueven ni un centímetro respecto a los argumentos o planteos del otro equipo. Estos dos bandos parecen atribuirse la potestad de dirimir la contienda dialéctica que paradójicamente deja sin voz al Team otoño y el Team primavera, pero ¿quién se atrevería a decir algo en contra de esta última estación?
hace 1 año, 6 meses
Cómo se relaciona el conducir seguro con las alergias

Seguramente no serían muchos los que se atrevan a levantar una bandera contra la estación de las flores, el amor, los pajaritos, las canciones con guitarra criolla y risas, pero también del viento y las alergias.

La alergia, contraria a la imagen pintoresca que se muestra en las publicidades televisivas donde todo se resuelve casi con un abrir y cerrar de ojos, es una de las afecciones que peor proyección tiene según la Organización Mundial de la Salud (OMS), tanto es así que los conductores que la padecen tienen más probabilidades de sufrir un accidente al volante.

¿Qué es la alergia?

Las doctoras Alicia De Falco y Marcela García miembros de la Cátedra de Posgrado de Alergia e Inmunología Clínica de la Universidad Nacional de La Plata explican en un interesante artículo de la Facultad de Ciencias Médicas que “la alergia es una respuesta exagerada del sistema inmune del individuo ante la exposición de sustancias que se encuentran en su entorno”. Estas sustancias denominadas alergenos pueden ser inocuas para la población, sin embargo, en aquellas personas que se encuentran predispuestas genéticamente genera una reacción de extremada sensibilidad que provoca la enfermedad.

Los alergenos, explican las facultativas, “generan la producción de anticuerpos (Inmunoglobulina E) que se depositan en la membrana de ciertas células (mastocitos y basófilos) presentes en la piel o las mucosas del paciente alérgico. Otras células (linfocitos) se sensibilizan a distintas sustancias proteicas. Cuando el individuo se expone a estos alergenos, los anticuerpos o los linfocitos desencadenan la liberación de sustancias inflamatorias que producen los síntomas (histamina, entre otras)”.

De acuerdo a la explicación brindada desde el Hospital Nacional Baldomero Sommer, “en el organismo, además de los anticuerpos que nos defienden de las infecciones, existen otros tipos de anticuerpos, como los anticuerpos IgE que están habitualmente aumentados en los alérgicos y que son los responsables de la producción de los síntomas alérgicos. Al ingresar al organismo las sustancias a las cuales el paciente es alérgico, se ponen en contacto con los anticuerpos IgE, produciéndose la reacción alérgica”.

De acuerdo a cuál sea el Órgano de Choque, que puede ser explicado como el lugar del organismo en el que se produce la reacción alérgica, será la enfermedad alérgica que se produce.

Una de las enfermedades alérgicas más comunes es la rinitis alérgica que es la resultante de la alergia al polen y que, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, en la actualidad afecta a más de 400 millones de personas, cifra que va en franco asenso. La OMS avizora que a este ritmo en un plazo no muy largo el 40% de la población en todo el mundo será alérgica.

Síntomas todo el año

La alergia es una alteración de los mecanismos de defensa ante los alergenos con los que se convive a diario, pero no a todos afecta de la misma manera. Entre los alergenos más comunes se encuentran los alimentos, medicamentos, picaduras de insectos y los aéreos como el polen que se asocia con la primavera, las flores, el amor y la vida al aire libre.

La rinitis alérgica o fiebre del heno provocada por alergenos aéreos ha sido noticia en todo el mundo porque, además de la escalofriante cifra de personas que la padecen, encendió las alarmas por su preponderancia a causar accidentes en los conductores con esta patología.

De acuerdo a las doctoras De Falco y García la alergia puede presentarse en cualquier época del año, pero la rinitis alérgica es más que nada estacional y aparece más en primavera y en verano.

Los síntomas habituales de la rinitis son los estornudos; picazón en la nariz, en los ojos o el paladar; mocos, nariz congestionada y ojos llorosos, irritados o hinchados, mientras que su severidad varía de acuerdo a la susceptibilidad de cada persona ante estos alergenos.

Si bien se ha dicho que las enfermedades alérgicas pueden presentarse en cualquier momento del año, los síntomas tienden a empeorar entre los meses de septiembre a marzo como consecuencia de los días soleados y el viento.

Rinitis alérgica: 30 % más de chances

Los síntomas de la alergia, como dijimos, son condiciones que se presentan todo el año y que pueden ser más molestos de lo que se muestra en las publicidades, tanto es así que la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic) llevó a cabo una investigación respecto a la incidencia de la rinitis alérgica en la conducción de vehículos.

La Seaic, en base a las pruebas realizadas en la población española, llegó a la conclusión que los conductores con esta problemática aumentan potencialmente un 30% las probabilidades de chocar a causa de los síntomas que se hacen presentes y que, por ejemplo, pueden llevar a un conductor a estornudar hasta 5 segundos seguidos.

La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica determinó que si se estornuda durante cinco segundos y se conduce a 90 kilómetros por hora se deja de prestar atención por más de 125 metros, aumentando considerablemente para ellos y terceros el riesgo de participar en un siniestro vial.

Este incremento de las probabilidades de sufrir, cuando no generar, un accidente vial lleva a los profesionales de la salud a recomendar a los conductores alérgicos que sigan diferentes medidas que van desde consultar al médico para evaluarse, evitar cuanto sea posible aquellos factores que desencadenan los cuadros alérgicos como ciertos lugares o caminos, y sobre todo prestar atención a la higiene del automóvil como factor de seguridad.

Trucos seguros para tener el vehículo limpio de alergenos

Si bien es cierto que nadie decide ser o no alérgico, si se pueden tomar ciertas medidas que ayuden a ganar calidad de vida entendiendo por esta, también, el riesgo de sufrir un accidente al conducir su vehículo.

Las medidas a respetar para evitar que el auto sea un agente con ruedas están pensadas para que se vuelvan un hábito y resulten seguros más allá de las características y antigüedad de su automóvil. Esto resulta clave porque los alergistas, entre otros consejos, suelen dar como tarea para el hogar anotar y así hacer consciente los momentos, lugares o factores que desatan los síntomas de la alergia, los cuales en ocasiones son conocidos, pero desgraciadamente subestimados.

Los mejores y más sencillos trucos para tener el vehículo limpio de alergenos indican que:

Es aconsejable conducir con las ventanillas subidas para evitar la entrada y circulación del polen, tanto como sea posible.

Los animales limpios, porque el pelo de las mascotas resulta el lugar ideal para que los parásitos y polen se adhieran y el conductor los respire. Lo recomendado por los médicos es que los animales se queden en el patio de la casa y si la medida no le gusta, por lo menos, debe mantenerlo lo más limpio posible porque hace a su salud.

El sistema de recirculación del aire tiene que estar conectado y en óptimas condiciones para que pueda cumplir su función y, así, conductor y pasajeros viajan seguros.

Limpieza real mas no fanatismo, esta consigna clave es similar a la voluntad que se pone al hacer dieta y donde habitualmente se bajan los brazos ante un desliz. Cuanto más limpio tenga el interior más resguardado estará de los síntomas de la alergia.

Planificar como una medida de seguridad. Es aconsejable, en la medida de las posibilidades, que se organice el mejor camino para conducir tratando de reducir las probabilidades de toparse con alergenos como así también los horarios en los que la concentración de polen es mayor.

Si bien estos consejos de los especialistas son muy buenos e interesantes en la teoría, es fundamental el rol del conductor de llevarlo a la práctica, tanto como sea posible, y para ello el poder tomar nota de su conducción es clave.

Conducción responsable para su seguridad y la de los demás

De acuerdo a la investigación de la Seaic dos de cada cinco conductores presentan una disminución importante en su capacidad conductiva, entre otras cosas, por padecer de somnolencia diurna.

Uno de los factores claves por los que se padece somnolencia es debido a que buena parte de los hombres y mujeres alérgicos suelen automedicarse aumentando los riesgos.

Tal como señalan las doctoras de la Cátedra de Posgrado de Alergia e Inmunología Clínica de la Universidad Nacional de La Plata el tratamiento de las enfermedades alérgicas debe sustentarse en “educación, evitación, tratamiento farmacológico e inmunoterapia” con el acompañamiento profesional adecuado.

Recuerde que conducir sano es la mejor manera de conducir seguro.