¿Cómo llega la IKA a Córdoba?

Industrias Káiser Argentina fue la fábrica que abrió las puertas a la automotriz nacional en plena reconstrucción industrial postguerra y en un país que precisaba ponerse en marcha. El contexto socioeconómico del país y el mundo no era sencillo, las importaciones de autopartes al igual que de vehículos habían disminuido y algunos visionarios veían la oportunidad de instalar industrias nacionales como la mejor solución.
hace 3 años
¿Cómo llega la IKA a Córdoba?

El antes gobernador de Córdoba y en ese momento ministro de industria brigadier mayor José Ignacio San Martín creó en el año 1951 Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (IAME) que venían a dar respuesta a la gran necesidad de fabricación de vehículos que se encontraba estancada desde hacía muchos años. Se eligió la ciudad de Córdoba para instalar el IAME por el gran desarrollo tecnológico que se había logrado en el Instituto Aeronáutico de dicha ciudad.

En IAME se trabajó duro para lograr dar respuesta a los principales requerimientos del mercado, tanto es así que se construyeron y ensamblaron emblemáticos vehículos que perduran hoy en el recuerdo de muchos.

El IAME tenía como misión la promoción de investigaciones, así como proyectar, construir y reparar aviones, materiales aeronáuticos, y expandir la industria automotriz. El proyecto tuvo un gran éxito, en IAME se fabricó el tractor llamado Pampa, la tan famosa motocicleta Puma, el sedán que se conoció como Justicialista y fue rebautizado Graciela, después de 1955, también se construyó el camioncito de nombre Rastrojero y algunos automóviles y lanchas deportivas.

No se daba abasto

Desde CompreSeguros.com le acercamos contenido que sea interesante de leer sobre el mundo de los seguros, los autos y la historia de nuestro país en momentos emblemáticos que hacen a la identidad del argentino. Cuando se nombra la IKA o Káiser en Córdoba muchos son los que se sonríen recordando alguna anécdota que la involucre.

Al visualizar de lo que el IAME era capaz de brindar y lo lejos que estaba de cubrir toda la demanda que el país estaba experimentando, en 1953, el mismo José Ignacio San Martín realizó una extensa gira por Estados Unidos visitando diferentes fabricantes de automóviles para tentarlos en venir a instalarse a la República Argentina.

Al único empresario que pudo cautivar con la propuesta fue a Henry Káiser, director de Káiser Motor Corporation, el mismo que catalogaban como poco tradicional a la hora de realizar inversiones. Meses después de la visita de San Martín a Norteamérica, el propio Káiser realiza un tour por Sudamérica y visitando diferentes países llega a la conclusión de que Argentina ofrecía el mejor contexto para instalar una fábrica con su sello.

IKA formadora de identidad

Gracias a la donación de un gran predio en el barrio Santa Isabel y la eximición de impuestos es que la instalación de Industrias Káiser Argentina se hizo realidad. Para la firma la propuesta era la oportunidad de hacer visible la marca y hacer un buen negocio en Sudamérica, para Córdoba este hecho significó mucho más.

El trabajo realizado por el Instituto Aeronáutico y el IAME en cuanto a la formación de los técnicos y la posibilidad de obtener mano de obra calificada fue crucial para que IKA pueda llevar adelante todos sus proyectos, manteniéndose como un icono de la provincia.

Además esta instalación de IKA promovió la actividad hasta tal punto que Córdoba fue conocida como la Detroit Argentina tras la instalación, años después, de la FIAT sobre la Ruta 9 al sur de la ciudad, entre otras autopartistas.

Si el desarrollo de la actividad automotriz consolidó la identidad del cordobés, junto a la tradición estudiantil de los cursantes universitarios, la formación de sindicatos de fuerte vocación social como SMATA, UTA y Luz y Fuerza terminaron de moldear el ser de Córdoba, que fueron protagonistas de una época que aún hoy se la cita como ejemplo.

IKA y el Cordobazo

Los trabajadores automotrices fueron clave en la pueblada conocida como el Cordobazo desarrollada en el año 1969. Desde 1955, cuando se derrocó a Juan Domingo Perón, se nombró a Juan Carlos Onganía como nuevo presidente; se instaló en el país un régimen dictatorial que cercenó las libertades políticas y vigiló cada actividad dentro de los sindicatos, universidades y diferentes organizaciones sociales.

Este clima de represión provocó que la conciencia social de toda la sociedad estuviera enaltecida y a flor de piel. Los trabajadores de IKA nucleados en SMATA decidieron un paro general más profundo que el planteado a nivel nacional, ya que por decreto presidencial se pensaba dejar sin efecto el llamado sábado inglés.

Al salir a la calle a manifestar por sus derechos los trabajadores y sindicatos encontraron a los estudiantes encolumnados a la par de ellos y cuando la represión se hizo presente, los vecinos de toda la ciudad dieron refugio a quienes estaban marchando por las injusticias que se cometían a diario en contra del pueblo.

Los hechos del 29 y 30 de mayo de 1969 en Córdoba provocaron que la dictadura de Onganía, que pensaba estar en el poder por lo menos 20 años, llegara a su fin y que se pudieran tener elecciones democráticas nuevamente. Por supuesto que tuvo que pasar tiempo y otra revuelta más se protagonizó en Córdoba conocida como el Viborazo, pero finalmente el gobierno impuesto por Onganía y las fuerzas armadas tuvo que retirarse.

1969 un año inigualable para IKA

Los mismos trabajadores que salieron a la calle para luchar por sus derechos fueron los que se arremangaron los mamelucos para acompañar a la Misión Argentina a Alemania fabricando los mejores Torino de la historia bajo las indicaciones de Oreste Berta y Juan Manuel Fangio. Si bien Berta llevaba años intentando tentar una empresa local a participar en eventos internacionales no se logró avanzar hasta que Fangio se vio tentado en colaborar.

En La Misión Argentina y los Torino realizamos un recorrido por los diferentes pormenores que tamaña epopeya tuvo que sortear, sin embargo, es importante rescatar el esfuerzo, compromiso y trabajo que todos los miembros de la fábrica experimentaron durante la preparación del evento y posterior carrera.

El Torino fue una apuesta por realizar un auto 100 por ciento argentino, que contó con la asistencia técnica del diseñador italiano Pininfarina, fruto de la modificación del modelo Rambler American de la AMC. En poco tiempo se convirtió en el auto preferido a nivel nacional, rompiendo récord de ventas y superando al Chevrolet 400 y al Ford Falcon.

Después de la Misión Argentina el éxito experimentado años antes se reavivó y los amantes de los motores y aficionados solo querían manejar un Torino 100 por ciento argentino para sentirse completamente realizados.

De Córdoba al mundo

Industrias Káiser Argentina representó mucho más que la instalación de una fábrica automotriz para Córdoba y Argentina. Alrededor de esta empresa de autos se levantaron esperanzas, proyectos y una idiosincrasia particular de clase trabajadora.

El contexto social influyó para que la formación académica, técnica, la pasión por los motores y el sueño de una Argentina de podio se unieran en una identidad que trascendió fronteras. No se trataba de una quimera o un plan alocado, se dieron cita voluntades, esfuerzo, trabajo y cooperación que aún hoy se guarda en la memoria de muchos como sinónimo de lucha, reivindicación, competencia y pasión por lo que creemos verdadero.