¿Cómo elegir seguro su silla?

¿Alguna vez pensó cuánto tiempo al día pasa sentando?, es probable que ante este interrogante tenga respuestas vagas como “mucho” o “varias horas”.
hace 1 año, 8 meses
¿Cómo elegir seguro su silla?

Las sillas forman parte del paisaje cotidiano y sin embargo casi nunca se les presta la atención que se merecen de acuerdo a la función que cumplen en la salud, bienestar y productividad de sus usuarios.

Por ello, esperamos ayudarlo a dilucidar ¿cómo elegir seguro su silla?

Siéntese bien

Las circunstancias laborales pos pandemia estricta y el impulso más que significativo de los emprendedores pone en evidencia lo que los especialistas llaman trabajo híbrido.

Esta modalidad mixtura el hecho de asistir a un lugar físico a realizar su labor cotidiana con aquellas actividades que se pueden llevar a cabo desde el domicilio.

Modalidad híbrida u home office, la situación que se debe resolver de forma segura es poder contar con los elementos adecuados para trabajar sin generar un perjuicio a la salud física ni mental de quien adopta estas modalidades.

Notebooks y teléfonos inteligentes último modelo, gran conexión a internet, son algunas de las herramientas que se dan por sentado al hablar de aquellas cuestiones indispensables si se quiere trabajadores más que eficientes en este nuevo contexto laboral.

Si bien es cierto que las empresas que adoptan la modalidad híbrida para sus recursos humanos suelen proveerle el material adecuado para que desempeñen sus tareas, es esencial que los profesionales independientes, emprendedores y los empleados en relación de dependencia que no reciben el mobiliario adecuado vean a este como una de sus prioridades sin sufrir, por ejemplo, burnout.

Para todos aquellos trabajadores que están remodelando su hogar para hacer de este un espacio confortable para vivir, pero también adecuado para trabajar, es clave aceptar que todo será en vano si no se atiende a esos pequeños detalles como una silla que cuide su sana postura.

¿Está bueno estar sentado?

Muchas actividades se realizan habitualmente sentado e inclusive ofrecer un asiento puede resultar un gesto de educación, sin embargo, esto puede volverse peligroso para la salud cuando se pasa mucho tiempo sentado.

“El tiempo se me pasó volando”, esta frase tan común que se utiliza para argumentar tantos momentos da cuenta de lo peligroso e inconsciente de pasar demasiado tiempo sentado. Es interesante aclarar que esta cuestión de sedentarismo no discrimina entre aquellas personas que son sumamente laboriosas y eficientes de quienes han hecho de procastinar una forma de vida.

Algunas de las consecuencias más comunes destacadas por los profesionales de la salud en aquellos hombres y mujeres que están largos períodos del día sentado son:

Obesidad: la ausencia o deficitaria actividad física trae como consecuencia directa el aumento de peso. Esta condición a la que la Organización Mundial de la Salud (OMS) viene denunciando desde hace décadas resulta la puerta de accesos a otras enfermedades graves como las cardiovasculares, de hipertensión y diabetes.

Desviación de la columna vertebral: al pasar largos períodos sentados es común que las personas se agoten y comiencen a adoptar posiciones que los relajen o saquen del letargo y la monotonía afectando de forma tan directa como negativa a la columna vertebral con diferentes cuadros como, por ejemplo, la escoliosis.

Mala circulación: los problemas circulatorios a causa de pasar mucho tiempo sentados resultan otro de los cuadros más comunes por estos días. La aparición de várices y arañitas habla a las claras de la mala irrigación de los miembros inferiores, pero sobre todo de la necesidad de comprender que es una alerta sobre problemas de salud mayores, que no son simples temas estéticos como suele mostrarse en los medios.

No se trata aquí de hacer un inventario de dolores y enfermedades posibles que pueden desencadenarse como consecuencia de permanecer mucho tiempo sentado, sino de reflexionar sobre la importancia de ser responsable al cuidar su salud.

Dime cómo te sientas

Hablamos de la importancia de no pasar mucho tiempo sentado por las consecuencias que esto puede provocar en la salud de las personas, pero esto es más interesante aún cuando diferentes estudios clínicos han determinado que a partir de la postura que se adopta al sentarse puede inferirse el estado emocional de las personas.

Según ensayos clínicos encorvarse y tirar los hombros hacia adelante es síntoma de baja autoestima e incluso depresión en diferentes estadios, mientras que una postura erguida y de frente alta da cuenta de personas seguras de sí mismas y sus capacidades.

Estos estudios llevados a cabo en diferentes instituciones y publicados en medios prestigiosos como Journal of Behavior Therapy and Experimental Psychiatry, dan cuenta que el cambio de postura al sentarse generó modificaciones en el estado de ánimo de las personas, logrando entre otras cosas que quienes se sentaron de manera erguida lograran mejores resultados ante pruebas de estrés como hablar en público.

Esencial, también, fue comprobar que sentarse de manera correcta en la silla minimiza los síntomas de tensión en espalda, hombros y cuello de las personas dándole una sensación más animada para realizar diferentes actividades.

3 consejos para elegir una silla

Por su salud física y mental, pero también por su rendimiento, tranquilidad y satisfacción, para quien trabaja desde el hogar como para el que se valora y elige lo mejor, es fundamental que sepa escoger una silla para que los momentos sentados sean saludables.

Al ser varios los aspectos a tener en cuenta al momento de adquirir una silla es importante ver a esta como una herramienta que se debe elegir por factores que exceden el mero precio, marca destacada o ser la que utiliza el realizador de videos del momento.

Para discernir la idoneidad de la silla, los expertos aconsejan prestar atención a:

Asiento: que sea regulable en altura y tenga el tamaño adecuado para el usuario.

Respaldo: al ajustarse a la espalda requiere que permita hacer regulación por caso de firmeza o altura adecuada.

Apoyabrazos: estos permiten lograr posiciones cómodas, pero también resultan un punto de apoyo para que las personas puedan incorporarse fácilmente.

Otros aspectos a tener en cuenta son el peso soportado por la silla, su base, tapizado y ruedas.

Si bien hablar de silla puede tomarse como algo intrascendente por ser un elemento cotidiano en cada casa u oficina, necesita cobrar la importancia que de verdad merece. Para darle la importancia que las sillas juegan en la salud y rendimiento de las personas resulta esencial dilucidar qué pasa si se elige sin un criterio definido ni un usuario real como referente.

Cortar el tiempo sentado

Pasar prolongados tiempos sentados puede no ser tan sano, divertido y proactivo como suele llegar a creerse. Tanto si se desarrolla una labor de oficina como si se desempeña de manera independiente, si cuenta con la mejor silla ergonómica del mercado o la más dura de madera, de todas formas, necesita cortar con el tiempo sentado.

Poniendo en práctica estos 5 consejos, seguro estará cuidando salud física y emocional:

Cree rutinas: acostúmbrese a levantarse de la silla y caminar. Lo aconsejable es que no esté más de una hora sin haberse levantado y caminado algunos pasos. Si esta tarea se le olvida puede colocar una alarma que se lo recuerde.

Elongue: realizar ejercicios de estiramientos es fundamental y no tiene porqué avergonzarse de hacerlo. Al levantarse de la silla para buscar un vaso con agua o incluso ir al baño puede realizar aquellos movimientos que le “permiten activar esos músculos que parece tener olvidados”.

Dígale sí a su bienestar: tan importante como no pasar mucho tiempo sentado es el hecho de hacer todo lo necesario para que su salud no se resienta. Decirle sí a su bienestar físico y emocional tiene que ser una causa que se abraza de forma consciente y gustosa, ¿cómo puede hacerse? Por caso utilizando las escaleras, levantándose cada vez que requiera algo en vez de pedírselo a otra persona o incluso no disponiendo de todo al alcance de la mano.

Cansado de estar sentado: los especialistas dan cuenta de la importancia de hacer consciente aquellas cosas que a uno le pasan, lo mismo sucede con el hecho de estar sentado largo tiempo. La clave es asumir esta realidad para cambiarla de ser necesario porque ella no solo habla del tiempo de trabajo, sino también de estar sentado comiendo, sentado jugando, sentado manejando, sentado en el transporte público, sentado viendo televisión, entre otras. Ponerse hábitos saludables implica volver consciente algo y animarse a cortar con ello.

Gimnasia en la medida de lo posible: hacer gimnasia no es lo mismo que encerrarse en el gimnasio ni tampoco esa obligación que tiene “X” veces a la semana. En la medida de lo posible llegar en bicicleta al trabajo haciendo uso de esta micromovilidad o bajándose algunas paradas antes para caminar unas cuadras, ya es una forma de hacer ejercicio sin circunscribirse al gimnasio.

Seguro usted pasa buena parte de su tiempo sentado por estudio, ocio o trabajo, lo importante es que pueda compensar esto con otras actividades y que, pese a la máxima ergonomía, nunca renuncie a sentirse cómodo y a gusto en su silla.