10 juegos seguros e infaltables para su próximo viaje en auto

Llega el momento de viajar en auto con toda la familia. Puede ser por vacaciones, de visita a algún pariente o por una celebración especial. Ya se chequeó que el auto esté en condiciones para la salida, se cotejó que la documentación está en regla, se verificaron las condiciones de la ruta y el clima, lo que es indispensable llevar como alimentos y regalos. Con todo listo para partir, ya se siente el deseo de llegar.
hace 1 año, 3 meses
10 juegos seguros e infaltables para su próximo viaje en auto

Sin importar la duración ni el motivo del viaje, para muchos padres tener que manejar y entretener a los chicos que no se duermen o se impacientan hacen de esta una tarea que merece nuevas vacaciones especiales. Unas vacaciones de los chicos.

Desde CompreSeguros.com le presentamos los mejores 10 juegos para que su próximo viaje en auto sea un momento agradable para todos.

Vamos de paseo en un auto feo, pero no me importa

¿Quién no ha cantado alguna vez esta famosa canción infantil en algún momento del viaje? Seguro todos lo hemos hecho como niños que fuimos o ahora en nuestro rol de conductores. Lo que sucede es que este clásico de los viajes interminables encierra esa idea esencial de hacer entretenidos los paseos, tanto para chicos como para grandes, llevando torta y mucho más.

Hay niños que saben cómo hacer para entretenerse solos, incluso en viajes largos, también están aquellos que tienen la fortuna de acomodarse y dormirse en cualquier lado, hasta arriba de una piedra.

Esta no es la realidad de todos, es por eso que para aquellos padres y conductores que llevan a sus niños en la butaca de atrás y necesitan tener una batería de pasatiempos le presentamos 10 juegos que no pueden faltar en su próximo viaje.

Cantar canciones: este es un clásico que no pasa de moda y puede significar un gran momento de unión familiar no solo por las risas que esto despierta sino también porque es una ocasión especial para enseñar y aprender al mismo tiempo. Pueden ser canciones que las enseñan los padres a los más pequeños y que parecen salidas del arcón de los recuerdos o bien que la situación sea al revés y sean los hijos quienes se encarguen de explicar la letra, el ritmo, el autor o inclusive el parentesco con otros artistas del género. Cantar suele abrir la puerta para conversar y también para canalizar la ansiedad que causa a más de uno no saber cuándo se ha de llegar.

Conversar: si bien no es un juego en sí mismo, dialogar en el auto es una excelente alternativa sobre todo para aquellos casos en los que las obligaciones cotidianas no permiten que se generen tantas oportunidades como se desean. En caso de querer plantear un diálogo más profundo propio de la edad y la temática de los interlocutores es conveniente y seguro ir llevando la conversación de manera gradual, y no intentar abordarla de golpe por la reticencia y aislamiento que esto puede generar.

Viene un barco cargado con: los más pequeños suelen amar este juego en el que van diciendo aquellos ítems que trae el barco sin que se repita el de los demás participantes. A través de este pasatiempo se pone a prueba la concentración y la memoria a la vez que se pueden sumar nuevos elementos para que aprendan los más pequeños de la familia. Viene un barco cargado de es ideal para enseñar o practicar números, colores, nombres, lugares, profesiones, entre otros.

El primero que encuentre: otro de los juegos pensados para que todos los miembros de la familia vayan atentos a lo que sucede en el exterior es “el primero que encuentre”. De acuerdo a la edad y la personalidad de los participantes puede ser conveniente plantear cosas muy fáciles de encontrar como un auto de color rojo, un perro, una escuela, una plaza, alguien paseando en bicicleta o cuanto falta para llegar a destino o, por el contrario, cosas muy específicas que pueden verse de manera ocasional de acuerdo al camino y la zona que se elige para circular.

Un cuento famoso pero desconocido: una manera ideal para que los chicos pongan a volar la imaginación y no piensen cuánto falta para llegar a destino es pedirles que narren un cuento famoso, pero que le hagan modificaciones. Así el cuento de los tres chanchitos puede tratarse de como quisieron soplarle la casa al lobo o cómo estos decidieron contratar un seguro de hogar ante la amenaza del animal malvado. Ahora bien, este juego no es recomendable para aquellos conductores que sienten agobio ante las personas que no paran de hablar porque los niños suelen ser muy creativos, ocurrentes y habladores.

Poner a prueba la vista con ingenio: para los hijos más grandes y a modo de entablar una relación de amistad y confianza es habitual jugar a armarle una historia a las personas con las que se van cruzando. “Ese señor de ahí”, “la señora de allá”, “aquella familia” se continúa con nombres, profesiones, actividades y cuantas cosas se quieran agregar para hacer volar la imaginación, comparar lo que ven los demás y lograr que sea llevadero el viaje en automóvil mediante un juego que no pide más que la buena voluntad y la actitud de querer pasar un buen rato.

La entrevista: de acuerdo a la edad de los niños este es un pasatiempo que se vuelve infaltable y apasionante. El juego consiste en que una persona asume el rol de un personaje o una cosa para responder con sí o no a los participantes que formulan preguntas por turnos con el fin de descubrir quién o qué es lo que se está entrevistando. Este juego suele ser el deleite de niños y grandes por cuanto más chistoso se vuelve cuanto más desorientados están los encargados de formular las preguntas. Si ya lo juega en sus viajes en auto sabrá de lo que hablamos y sino, tiene que ponerlo en práctica en su próxima salida, seguro no se arrepentirán.

Veo-veo: este es uno de esos juegos que no pasarán jamás de moda por más que la tecnología traiga avanzados juegos para la Tablet o el teléfono celular. Este juego que todos hemos jugado alguna vez puede enfocarse en cosas que estén dentro del automóvil o incluso fuera de este, con la ventaja que no necesita que los niños deban moverse mucho para jugarlo. Un condimento que lo hace especial es que se puede elegir algún objeto que, tarde o temprano, se deje de ver porque se lo ha pasado, haciendo que el tiempo le dé esa chispa que originalmente el veo-veo no tiene.

Aprender educación vial de manera lúdica: a través de este juego y algún elemento con el que se corrobore la información, resulta ideal que los chicos aprendan y los grandes refresquen los significados de los diferentes carteles que hay en las calles y rutas. En primer lugar, los más pequeños pueden decir qué les parece que indica cada señalética para luego, un adulto o internet en un sitio de confianza, cotejar los datos. Este juego da buenos resultados toda vez que entretiene a los pequeños, pero a la vez los instruye.

Ser el copiloto ideal: para aquellos chicos que gustan de utilizar herramientas tecnológicas una posibilidad es pedirles que se conviertan en el copiloto ideal. Se trata de asignarles consignas que puedan resolver con la búsqueda de información para que la expongan a los demás pasajeros como estado del clima al llegar, por qué es conocido tal lugar o qué ruta se está transitando. Esto además de mantenerlos entretenidos les sirve para sacar provecho a información que pueden retener para su cultura general.

Todos los juegos que hemos aconsejado implican que los participantes hablen y es bien sabido que muchos conductores prefieren el silencio como una “forma de salud”. Para ellos también existe un juego disponible y es jugar al primero que hable pierde, pero implica que se ponga alguna recompensa para quien logre cumplir con el objetivo. Si quiere a los chicos callados mirando por la ventanilla, ofrezca un premio interesante y ¡cumpla con los ganadores!

Acuérdese que seguro los chicos pueden aburrirse

No es raro que incluso aplicando estos juegos los chicos puedan aburrirse y no está mal que así sea. Los especialistas explican que este es un estímulo importante para que puedan ponerse creativos y desarrollar su intelecto pensando cómo salir de esa situación. Invite a que ellos piensen el modo por sí solos.

No obstante estos consejos, nunca está de más pensar en lugares donde poder parar para que el conductor se relaje, tome y/o coma algo y estire las piernas, mientras que los más pequeños aprovechan para gastar un poco de energía y encontrarse con otros niños con quienes socializar y divertirse.

Ya sabe, para el próximo viaje, ponga a prueba cualquiera o todos estos pasatiempos que le hemos recomendado y no tema a escuchar “falta mucho” o “estoy aburrido”, seguro algo bueno se le ha de ocurrir para disfrutar del paseo en familia.