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El fumigador desempeña un rol muy importante en las sociedades porque es quien se encarga de mantener controladas a las diferentes plagas que habitualmente dicen presente en los entornos que habita el ser humano. Para lograr su cometido, el fumigador trabaja contra insectos y animales con diferentes agentes químicos que potencialmente pueden generar un accidente a su persona del mismo modo que sucede con los lugares en los que este debe ingresar para exterminar cualquier riesgo potencial.

El trabajo del fumigador es, entonces, esencial porque significa un indicador de salud para las personas. Esto implica que el especialista debe ser un profesional en la materia debido a las diferentes circunstancias que envuelven a su actividad y que hace evidente que no es un trabajo que pueda realizarse sin seguridad y preparación.

El hecho de comprender la potencialidad cotidiana de sufrir un accidente personal que lo incapacite o incluso que pueda llegar a costarle la vida hace a su profesionalismo, y por ende entender que estar debidamente asegurado es clave en su profesión.

Las compañías de seguros de Argentina comprenden esta necesidad manifiesta por los trabajadores y, en consecuencia, brindan seguros de accidentes personales que representan la solución económica a la medida de las diferentes actividades laborales como es el caso del fumigador.

Los seguros por accidentes personales para fumigadores cubren muerte accidental, invalidez parcial o total, pudiendo esta ser temporal o permanente, pero debiendo siempre ser consecuencia de un accidente. Las distintas compañías de seguros, por lo general, a través de estos productos cubren los gastos en atención médica y farmacéutica del asegurado, pero no los días de internación, gastos de internación y costos de sepelio.

La amplia oferta de seguros de accidentes personales para fumigadores otorga la posibilidad a los trabajadores de contratar la póliza de acuerdo con sus propios requisitos, expectativas y posibilidades pudiendo optar, por ejemplo, entre protección en ocasión de trabajo o bien durante las 24 horas del día.

La duración de la póliza puede extenderse por un día o bien tomarla por plazos más amplios como semanas, meses o hacerlo de forma anual.